Productos “milagro” fomentan el sedentarismo

GUADALAJARA, JALISCO (30/ABR/2011).- La aparición en el mercado de un sinnúmero de productos que prometen al consumidor bajar de peso con sólo utilizarlos unos minutos al día sin mayor esfuerzo, contribuye al sedentarismo entre la sociedad, sostiene el director general del Hospital Civil de Guadalajara, Jaime Agustín González Álvarez.

La “charlatanería”, como nombra el médico a las promesas de los productos “milagro” para bajar de peso, o incluso los aparatos de vibraciones para quitar los kilogramos de más, contribuye a que la gente cada vez haga menos ejercicio, sea más sedentaria y confíe en una eficacia falsa de una compra.

Señala que con información de este tipo, la población se hace a la idea de que ya no tiene que caminar para tener mejor condición, que ya no es necesario tener buenos hábitos alimenticios, o incluso, que no importa si se tiene historia familiar de enfermedades como diabetes, porque creen fielmente en que un producto solucionará sus problemas.

“Como ya salió el aparatito que vibra cinco minutos y los va a hacer bajar de peso, para qué me preocupo; es una falta de respeto a la inteligencia del mexicano”.

Medicina “alternativa”, también a protocolo

El bombardeo de anuncios de productos que, de manera absurda, prometen un resultado favorecedor para quien los adquiera, va desde una almohada para mejorar la postura y zapatos deportivos para bajar de peso, hasta pulseras “magnéticas” que ayudan a tener una mejor circulación.

Pero también se publicitan productos que se hacen llamar medicamentos “100% naturales”, que aunque se ofrecen en medios menos visibles para la autoridad, como volantes o catálogos, también deben ser regulados, asegura González Álvarez.

“Ya basta de tanto engañar a la población, se debe ir con la medicina científica, con lo que está probado. También las medicinas alternativas, que las metan a un protocolo de investigación, y si comprueban su eficacia que las metan a circulación, pero si no, que las dejen a un lado”.

Para saber

Para mayor información sobre el tema, o para preguntar sobre el posible riesgo de un producto de este tipo, se puede recurrir a algún médico de la SSJ, o llamar al 30 30 50 00, en las extensiones: 5206, de Insumos para la Salud, y 5207, de Bienes y Servicios, anteponiendo el número tres.


Telón de fondo


Fuera del mercado


El año pasado la Cofepris aseguró más de 250 mil piezas de más de 250 productos “milagro” que prometían “curar”, sin tener ninguna base científica, diversas enfermedades como cáncer, osteoporosis, obesidad, depresión, sobrepeso y artritis.

En febrero pasado se anunció el retiro de 13 productos específicos del mercado y la regulación de la publicidad de los mismos; sin embargo, se tienen identificadas 200 marcas de productos que no comprueban su eficacia terapéutica.



Falta más conciencia social

Preocupa a autoridades la venta clandestina


Haber regulado la aparición de infomerciales sobre productos para distintos padecimientos que aseguran ser una maravilla, mejor conocidos como “milagro”, es un avance, pero no es la panacea.

Y no lo es por el hecho de que a pesar de que se han retirado miles de productos del mercado, otros continúan apareciendo con nuevas fórmulas, nueva marca y envase. Otros empresarios han optado por sacarlos de los supermercados y venderlos en otro lado, donde no sean tan visibles para las autoridades.

En nuestro Estado, la dirección de Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) ha retirado nueve mil productos “milagro” de febrero a la fecha. El titular de la dirección, Juan Carlos Olivares Gálvez, advierte que lo importante es que la gente comience a hacer consciencia.

Muchos productos fueron retirados por sus distribuidores por voluntad propia, otros están en el proceso de regulación para poder permanecer. Pero algunos desaparecieron, y esos son los que más preocupan a la SSJ, ya que pueden estar vendiéndose de manera clandestina.

De acuerdo con Olivares Gálvez, la mayoría de los productos retirados de los anaqueles de tiendas de autoservicio o farmacias son suplementos alimenticios, pastillas contra la obesidad, para mejorar la potencia sexual en hombres y mujeres, y muchos otros encaminados a “embellecer” o “rejuvenecer” a quien los utilice.

“Es una tarea permanente; nosotros  no podemos bajar la guardia, puesto que siguen surgiendo productos y modas, algunos se cambian de nombre, componentes, ocultan la información de su contenido, y los lugares donde se elaboran son falsos”.

Después del aseguramiento, la dependencia envía muestras a la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para que analice cuál es la composición del producto.

Sin embargo, se trata sólo de un proceso, pues el solo hecho de ser irregulares ya los hace de riesgo inestimable.

“Es desgastante saber qué contiene un producto irregular, si de por sí ya es de riesgo. No tendría mayor sentido”.


Publicidad engañosa

Los comerciales en donde se promociona algún producto que promete “milagros” en cuanto al peso corporal, contrarrestar los efectos del envejecimiento o fortalecimiento de músculos, son responsabilidad de la Federación cuando sale en canales nacionales.

La SSJ tiene competencia en lo que se anuncia en los canales locales, y según Olivares Gálvez, se cita a los responsables de estos anuncios (si es que pueden identificarse) para que presenten su clave de autorización del producto.

De no acreditarla, se hace una comparecencia y se dictamina si el producto puede seguirse publicitando o no, dependiendo de su regulación.

“En este mes (abril) y el anterior (marzo) no hay semana que no se pidan de cinco a seis suspensiones de publicidad, particularmente en periódicos de distribución gratuita y volantes”.

En casos de reincidencia, o de encontrarse un riesgo mayor en el producto anunciado, puede haber una sanción económica.

La dependencia continúa con la búsqueda intencionada de productos “milagro” y difundiendo información hacia la población.

“Debemos insistir en que la salud es algo muy serio para tomarlo a la ligera, para poder jugarse un riesgo desconocido ante desconocidos, y aparte todavía pagar por ello”.