Primer festejo mundialista, causa caos en la Minerva

GUADALAJARA, JALISCO (13/JUN/2014).- Pudo ser porque era viernes laboral, porque el sol quemaba a raudales o de plano, porque el partido de España contra Holanda era a la misma hora. Pero esta tarde el festejo en la Glorieta de la Minerva, para celebrar la primera victoria de la Selección mexicana en el Mundial Brasil 2014, causó más problemas que alegrías. 

Los primeros tuits en advertir que los aficionados irían al festejo en la emblemática glorieta fueron después de las 13:00 horas. Veinte minutos después, las corporaciones policiacas de Guadalajara y de Movilidad se hicieron presentes. Oficialmente la corporación municipal contabilizó 150 asistentes. Pero cuando más aficionados había en los carriles, la autoridad se negaba a cerrar el paso a los automovilistas. 

Aquello era una turba de muchachos, algunos con cervezas en mano, que toreaban a los automovilistas mientras coreaban el nombre de Oribe Peralta, el autor del único gol valido del partido contra Camerún. Los automovilistas los veían detrás del volante: unos con cara de enfado pero la mayoría impulsándolos con el sonido de sus claxons. 

Unos 40 minutos después del inicio del festejo, cuando las televisoras habían terminado de grabar sus imágenes y reporteros radiofónicos terminaban sus enlaces en vivo; el grupo de aficionados se fue reduciendo en el número de personas. Hasta entonces se cerraron las seis calles que alimentan el tráfico en la glorieta. 

El mal ya estaba hecho. 70 personas en el lado norte y unas cuantas más en el lado sur de la glorieta eran las únicas quedaban sobre la vialidad. La fila de automóviles que circulaban sobre avenida Vallarta era tan larga como para llegar hasta la avenida Américas. 

Alrededor de las 14:30 horas, la Policía de Guadalajara informó a los oficiales de la Secretaría de Movilidad que en no más de 30 minutos deberán de reabrir la circulación en la zona. El primer festejo por la victoria del Tri mundialista fue corto, por el tiempo; reducido, por la cantidad de personas en el festejo; y doloroso, para los automovilistas. 

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA