Llaman a no romper con los símbolos de la Navidad

GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2012).- Para el común de la población, el inicio de las posadas implica pasar una buena velada, con buena comida y bebida, bolos llenos de dulces, música y convivencia pre-navideña.

El significado original de la posada, en cambio, es un novenario de preparación previo a la fiesta del nacimiento de Cristo, en el que se debe fomentar la solidaridad con el prójimo, la fraternidad, autocontrol, sobriedad y la autoreflexión, asegura el sacerdote de Guadalajara y cronista de la Ciudad, Armando González Escoto.

Esos días representan cuando, siendo forasteros, María y José pedían posada en diferentes pueblos. De ahí que la posada tradicional implica que un grupo de personas lleve una imagen de María y José, y pidan posada a otras por medio de un diálogo que viene de siglos pasados.

"Mucha gente la celebra sin saber el motivo de la celebración, es como hacer una fiesta sin saber por qué se hace, y eso está ocurriendo con toda la fiesta de la Navidad".

Para el sacerdote, falta formación de la comunidad para conservar viva la raíz de la cultura nacional, además de una ausencia de conocimiento acerca de Cristo.

Parte de que con el paso de los años se haya tergiversado el símbolo de las posadas, tiene que ver con una "corrupción" de la propia tradición.

"Se perdió de vista el sentido original, se depravó la tradición y se redujo a una fiesta en la cual se actúa y se vive de acuerdo a principios contrarios a los valores que significa esta fiesta".

Asegura que si se conservaran los valores de la Navidad, no habría "borracheras" ni sus consecuencias, como muertes por accidentes automovilísticos o tragedias familiares por las mismas causas; tampoco se incrementaría el consumismo, que muchas veces lleva a las personas a empeñar sus cosas, apunta el sacerdote.

"Hay un fenómeno global, con la tendencia de la sociedad a buscar lo fácil y práctico, de solamente tener dinero para divertirse, por lo tanto, ya no puede identificarse con valores de solidaridad o de justicia, sino que busca su propio interés, típico de una cultura capitalista".

EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR