Le faltan dos mil 800 pesos para comprar una prótesis

GUADALAJARA, JALISCO (02/FEB/2016).- Ramón Hernández nació en la Colonia Morelos hace 46 años, pero se crió en La Echeverría. Allí conoció a su esposa, con la que tuvo cinco hijos que tienen 22, 19, 17, 15 y 14 años.

Antes de fallecer, en diciembre de 2014, el suegro de Ramón vendió tacos y elotes dorados en Avenida Chapultepec. Los tacos de frijol adobado se volvieron tradicionales en la zona.

Desde hace dos años, Ramón vende tacos dorados frente a un supermercado ubicado en Avenida México, entre Andrés Terán y Pedro Buzeta. Sin embargo, este espacio dejó de operar el día de ayer.

Ramón seguirá allí algunos días. Si los clientes no lo buscan, llevará su brasero, sus huacales y sus tacos a la pequeña plaza en la que está la estatua del humanista y diplomático jalisciense Antonio Gómez Robledo.

Con la venta de los tacos, negocio que impulsó su suegro desde hace 35 años, Ramón y su esposa mantienen a su familia. Les alcanza para vivir, pero no para darse lujos.

Cuando tenía 11 años de edad, Ramón perdió una pierna al sufrir un accidente en "El Remolino", un juego mecánico que él describe como "una plataforma con rieles que giran a máxima velocidad, pero que también suben y bajan como las olas".

Sus padres le compraron una prótesis que usó durante algún tiempo. Después él se acostumbró a vivir sin uno de estos aparatos. Sin embargo, ahora necesita uno y su costo es de 32 mil pesos. En julio de 2015, un grupo de personas cercanas a él juntó dinero para comprarlo, pero les faltó dos mil 800 pesos.

Si usted desea ayudar a Ramón, comuníquese a través de nuestros perfiles en Facebook y Twitter ( @informador) en donde registraremos a las personas interesadas.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI