Sábado, 15 de Junio 2024
Jalisco | Niños estrenando sus juguetes conviven en el lugar con sus familias

Las sonrisas de Navidad llegaron al Parque Metropolitano

Niños estrenando sus juguetes conviven en el lugar con sus familias, el día posterior a Nochebuena

Por: EL INFORMADOR

Mientras los pequeños disfrutaban de su regalo navideño, los padres estaban al pendiente de su cuidado.  /

Mientras los pequeños disfrutaban de su regalo navideño, los padres estaban al pendiente de su cuidado. /

ZAPOPAN, JALISCO (25/DIC/2013).- De oreja a oreja vibraba la sonrisa de Azul; iba a toda velocidad por los jardines del Parque Metropolitano montada en su bicicleta. "Me gusta toda, pero más el timbre porque tiene una flor", decía sin dejar de mostrar sus incipientes dientes.

Accionaba la campana y volteaba a ver a su padre que detenía la bicicleta. Azul cargaba con su perra Poli en la canasta, al igual que su dueña parecía emocionada aunque sus patas no cupieran en el reducido espacio.

Una y dos caídas sufrió la niña quien era acompañada por su padre para levantarla rápidamente, aunque el dolor o la vergüenza quedaba de lado ante la emoción de estrenar su bicicleta que apareció en una noche bajo su árbol de Navidad; platica que mandó su carta por internet para que le llegara más rápido al "Niño Dios".

Poli saltaba al ver cercano el suelo y esquivaba a los otros perros y niños que aparecían frente a ella. Azul corría y regresaba a su bicicleta para continuar el viaje.

Cerca de las torres amarillas, y a la vista de su madre, Diego pataleaba y pataleaba más de lo que avanzaba en su patín. El manubrio le quedaba a la altura de la cabeza y no despegaba su vista del suelo. Aún agitado y apenado, mostró el gusto por recibir el regalo que había pedido: "Me gusta éste, éste y éste", señalaba a Iron Man, el Capitán América y Thor en la base de su patín.

Las torres rojas fueron la custodia de Luis que presumía su bicicleta de montaña. "Con esta ya no me voy a caer tanto". Toda su familia lo miraba dando vueltas al lugar.

En el camino hacia el centro del parque, Daniel Flores Rojo veía a su hija Lupe pasear en un carro de juguete, rosa como el suéter que portaba. Daniel platica que le costó un año de trabajo el regalo para su hija, pero verla contenta lo vale.

EL INFORMADOR / SAÚL PRIETO

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