La SEJ añade 26 aulas formales al mes

GUADALAJARA, JALISCO (29/MAY/2015).- Al entrar al nuevo edificio que se convirtió en su escuela, Francisco Javier Ruiz Velazco, estudiante de tercero de secundaria de la mixta Manuel Gamio, dice sentirse cómodo después de haber cursado todo un ciclo en una aula provisional. “Se podría decir que motiva. Ya no estamos en esa cosa encerrados”.

En lo que va de la actual administración, la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) ha abatido 694 aulas provisionales, lo que significa que en promedio al mes 26 espacios improvisados se han transformado en salones formales.

Este esfuerzo ha significado que la Secretaría de Educación se acerque a la mitad de la meta proyectada para el final de la administración estatal. Para cumplirlo, la dependencia deberá de eliminar en promedio un aula provisional por día, y así acabar con las mil 040 que quedan pendientes en lo que resta de la administración estatal.

A partir del segundo semestre del año, la SEJ comenzará a construir 245 aulas formales con una inversión de 122 millones de pesos provenientes de los programas Escuela Digna y Construcción de Infraestructura Básica (Coniba).

Durante el ciclo escolar 2014-2015 las autoridades educativas han aportado 440 salones formales, algunos de estos se encuentran en la Escuela Secundaria Mixta Manuel Gamio, en Tlaquepaque.

Este plantel comenzó a funcionar en 2011. Durante su primer año, los estudiantes tomaban clases al aire libre, en un terreno prestado por la Parroquia de la Colonia Arroyo Seco. Un año después, el Gobierno del Estado les entregó cinco aulas provisionales que en el verano se convertían en un “sauna” y en invierno en “congelador”.

Después de que José Trinidad Correa Flores, director de la secundaria, gestionó un plantel digno para sus estudiantes, las obras para un nuevo edificio se concretaron. Desde hace dos meses, los más de 400 alumnos inscritos en esta escuela cumplieron su sueño de aprender en una aula con techo y butacas nuevas.

Aunque aún les faltan canchas y una biblioteca, la población estudiantil está contenta con su nuevo plantel.

Ahora, los alumnos cuidan cada parte del inmueble para no volver a tomar clases en un salón provisional, platica Martín Flores Reyes, alumno del tercer grado. “Nunca las grafiteamos y tratamos de cuidarlas lo más que se puede, para que no nos vuelvan a meter en aulas móviles”.

De las entrañas de estas aulas provisionales resalta la historia de Raúl Armando Valdés Hernández, quien estudiaba segundo de secundaria dentro de una y pasó a bachillerato por su desempeño académico superior.

Además, el promedio general de calificación en los tres grados es de 8.5. Esto posiciona a esta secundaria como una de las que tiene los menores índices de reprobación en el Estado.