Hoy sería consignado el padrastro de Leonardo Daniel

GUADALAJARA, JALISCO.- Hoy por la madrugada sería enviado a prisión Roberto Jonathan Quirarte León, el individuo de 24 años que confesó haber fingido el secuestro de su hijastro para ocultar el hecho de que él mismo lo mató. La Procuraduría de Justicia informó que su término constitucional de 72 horas vence entre las tres y cuatro de la mañana.

Aunque el resultado de las indagatorias no había sido revelado hasta el cierre de esta edición, se sabe que el delito que se le imputará al presunto asesino del niño Leonardo Daniel Casparius Mendoza es el de homicidio calificado, pero las agravantes de premeditación, alevosía y ventaja aún no se han determinado con certeza.

El hombre se encuentra confeso de haber ultimado al pequeño, con el pretexto de que “le caía mal”; incluso declaró ante el fiscal del caso que, el día de los hechos, abusaba sexualmente de él, y que su llanto por el acto que cometía lo desesperó, a tal grado que comenzó a golpearlo.

Cuando notó que el niño dejó de respirar comenzó a darle respiración de boca a boca, pero el bebé se hallaba inconsciente, por lo que lo llevó a un canal ubicado en las cercanías de las ruinas arqueológicas del Ixtépete y, al notar que seguía con vida, lo remató contra unas piedras.

“Por lo que respecta a esta investigación, él es el responsable directo, él planeó absolutamente todo y el Ministerio Público está solicitando la pena máxima”, declaró en su momento el procurador de Justicia, Tomás Coronado Olmos.

Cuando el presunto secuestro se dio a conocer, el padre biológico del infante solicitó un amparo para evitar su arresto. No obstante, la ligera sospecha que pudo haberse tenido sobre el hombre que dio su apellido a Leonardo Daniel se disipó a la brevedad, dadas las declaraciones de Jonathan Quirarte.

Víctimas de extorsión

Valiéndose de las circunstancias por las cuales atravesaba la familia del niño cuando se pensaba que éste había sido privado de su libertad, la progenitora del menor recibió varias llamadas en las cuales se le pedía una suma mínima por recuperarlo.

Aunque para cuando las tentativas de extorsión llegaron a sus oídos, Leonardo desafortunadamente ya había fallecido, la madre depositó 10 mil pesos en una cuenta de banco, luego de que se le aseguraba que le devolverían a su primogénito; evidentemente, nunca recibió respuesta.