El Santuario, de vida barrial a negocios ilegales

GUADALAJARA, JALISCO (08/OCT/2012).- La tercera colonia más peligrosa de Guadalajara en 2011 fue El Santuario, sólo debajo del Centro y de San Juan de Dios que se llevaron el primer y segundo lugar respectivamente; sin embargo, no se necesita revisar las estadísticas para darse cuenta de lo riesgoso que es caminar por las calles de este barrio, ya que los grupos, dedicados a la venta ilegal de medicamentos operan a la vista de todos y a la luz del día.

Lo anterior según el Mapa Criminógeno, publicado por este medio (en el apartado de Interactivos de www.informador.com.mx) y con números ofrecidos por la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Guadalajara.

Pero este barrio no siempre ha sido así. Con la llegada de los vendedores de muestras médicas a los alrededores del antiguo Hospital Civil se fracturó la convivencia vecinal.  María de la Luz Márquez Medina, quien ha vivido sus 66 años en esta zona, recuerda con exactitud las casas que hoy son bodegas, negocios o en el peor de los casos, lucen abandonadas. Su padre tenía una fábrica de calzado en su propia casa “porque antes no había tanta vendimia, cada quien se las ingeniaba para ganarse su dinerito”.

De un día para otro llegaron dos vendedores de muestras médicas a los alrededores del antiguo Hospital Civil. Luego fueron tres, cuatro, diez… no hay un censo, pero caminar por Pedro Loza es ver el hormiguero de jóvenes que ofrecen medicina barata. “Y hay quien dice que hasta se drogan”.

Este medio recorrió el área cercana al templo El Santuario, de las calles Contreras Medellín a Avenida Alcalde y de Eulogio Parra a Manuel Acuña, y comprobó que es ahí donde existe una mayor cantidad de vendedores de medicamentos ilegales que operan en el día.

En el recorrido de las 18 manzanas hay una población total de 781 habitantes, así como 370 viviendas (127 sin habitar), lo anterior de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).  

Márquez Medina, una de las habitantes que aún quedan, comparte que el problema vino hace 20 años. Los negocios crecieron, el centro histórico se despobló, el barrio se convirtió en una zona comercial que por las noches luce desierta.

Suman esfuerzos para beneficio de la zona

Conscientes de la problemática de inseguridad y despoblamiento en el barrio de El Santuario, el Ayuntamiento de Guadalajara, en colaboración con el Patronato del  Centro Histórico tapatío, inyectarán, en 2013, recursos municipales y federales para aumentar la cantidad de gente en el primer cuadro y mejorar la calidad de vida.

El director del Patronato del Centro Histórico , Carlos Ramírez, expone que ya ha gestionado recursos ante la Secretaría de Desarrollo Social, mismos que ya han sido aprobados. En la estrategia han sido considerados otros barrios tradicionales como Analco y Mexicaltzingo.

Asegura que se trata de un programa de “bajo costo” que en otros periodos no ha sido prioritario, y que al final sólo ha quedado como un proyecto en la teoría, que no llegó a la práctica.

Ya el esqueleto de la misma está listo; la intención es conseguir el capital y concluirlo, estima, en febrero del próximo año.



CRÓNICA
Autogobierno en el barrio

Paso uno, paso dos, paso tres. Cuadras y cuadras en recorrido a pie sobre el “perímetro medicinal” del Barrio de El Santuario y la pregunta reiterada brota una y otra vez de entre los labios, más por instinto y obligación que por cortesía; una omisión a esta regla deviene en miradas serias, casi agresivas: “¿Medicinas, jefe? ¿Cuáles busca?”.

Peatón, ciclista o automovilista; no importa el método de desplazamiento. Para los comerciantes de la zona, todos quienes pasan por ahí están enfermos, padecen algún malestar o tienen conocidos necesitados de auxilio en fármacos. La frase es constante, y se repite miles de veces durante la jornada. No importa cuántos pasen por la calle Pedro Loza, o por Hospital, o por sus alrededores: hay gente suficiente para atender a los clientes en potencia.

Ya sea sobre las breves banquetas, esperando el paso de quien sea; a media calle, ofreciendo un servicio “exprés” al estresado conductor; o sentados afuera de cada vivienda, los habitantes de ese espacio de convivencia ven pasar las horas y los días, eludiendo operativos policíacos con maestría comprobada, y consolidando un autogobierno que permite el comercio de remedios medicinales, sin el menor atisbo de clandestinaje.

En la “zona cero” de El Santuario, las casas guardan más tabletas, jarabes y solución inyectada que las que habría en un hogar con decorado tradicional; sirven como bodegas y la hermandad entre vecinos dedicados a este giro, que son los más, es evidente:

—¿Tienes insulina? ¿Paracetamol? ¿Rivotril?

—No, pero pregunta a Mary, a lo mejor ella sí.

Entre el ruido característico que emana de decenas de mensajes privados a través de los aparatos de Nextel, y los insistentes ofrecimientos de medicamento barato, el ecosistema del Centro Histórico tapatío se ha modificado, al menos en ese pequeño espacio donde los autos transitan despacio y las calles son usadas igual para el comercio que para improvisar centros botaneros, o mingitorios en sus zonas menos transitadas.

Hoy, el Barrio de El Santuario no es la zona habitacional tranquila de antaño, de otras épocas: es un negocio redituable que gana en su proximidad con centros clínicos abarrotados las 24 horas del día. Es una zona que vive bien, pero sólo para dar paso a transacciones por medicamentos para. Un modo de vida que impera sobre el común, y que aparentemente se heredará a las próximas generaciones, que ya se inician en el negocio.

NUMERALIA
Mapa criminógeno para 2011

51 detenidos por posesión de droga en el barrio de El Santuario

4  casos registrados de venta de droga

3  homicidios

2  detenidos por portación de arma de fuego

15 robos a casas habitación

40 robos a negocios

51 casos de hurto a vehículos

20 casos de robo a personas