Dictan cuarta recomendación del año contra Secretario de Salud

GUADALAJARA, JALISCO.- Luego de tres años del fallecimiento de un menor, por violación de los derechos a la protección de la salud y a la vida en el Hospital General de Zoquipan, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco ( CEDHJ) dictó la recomendación número 23 del presente año en contra del secretario de Salud y director del organismo público descentralizado Servicios de Salud Jalisco, Alfonso Gutiérrez Carranza.

Lo anterior se desprende, dijo el presidente de la Comisión, Felipe de Jesús Álvarez Cibrián de que la madrugada del 16 de abril de 2006 una mujer llevó al hospital a su hijo de 7 años de edad para que recibiera atención médica porque tosía, escupía mucho y presentaba un fuerte dolor de garganta.

Al no haber un médico de base de en el momento, el pequeño fue atendido por los residentes de la especialidad de pediatría que cubrían la guardia, a quienes la mujer declaró que los síntomas anteriormente mencionados podrían ser por la picadura de un alacrán.

Los residentes en turno omitieron esta información y dieron como diagnóstico principal intoxicación por agente químico, por lo que procedieron a practicarle un lavado de estómago y suministro de medicamentos para ver su reacción.

La salud del menor empeoró y fue hasta las 19:30 horas del mismo día que un médico ordenó que al menor se le aplicaran suero para picadura de alacrán, pero ya era demasiado tarde y el menor de edad falleció a la mañana siguiente.

Por lo que, una vez realizada la investigación correspondiente, “este organismo determina que existió responsabilidad por impericia y negligencia del personal médico del Hospital General de Zoquipan que brindó atención al menor de edad. En su expediente clínico se asentó como diagnóstico diferencial la picadura de alacrán. No obstante, durante las primeras 17 horas se le aplicó atropina, cuyo uso es riesgoso cuando existe intoxicación por el veneno de este arácnido, ya que potencia el efecto de las toxinas y produce íleo paralítico severo. Así mismo, la necropsia practicada al cadáver asienta que el fallecimiento fue ocasionado por un shock anafiláctico secundario a picadura de alacrán”.

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 090-1994, para la organización y funcionamiento de las residencias médicas, los residentes que reciben enseñanza de posgrado correspondiente a su especialidad deberán estar bajo la dirección, asesoría y supervisión de los profesores. Sin embargo, de acuerdo con la información rendida por el director del hospital, en la que fecha que ocurrieron los hechos no contaba con personal especializado de base, porque el médico pediatra que cubría las guardias de los sábados, domingos y días festivos se encontraba de vacaciones, con lo cual se puso en riesgo la salud de los pacientes.

“El que no hubiera otro médico pediatra de base, y el que los residentes no tuvieran la iniciativa de realizar alguna interconsulta con especialistas de otras áreas del hospital, ocasionó que la atención del paciente recayera en ellos y le dieran prioridad a un diagnóstico inadecuado”, señaló Álvarez Cibrián.

Por lo anterior, la CEDHJ, dirige cuatro recomendaciones al titular de la Secretaría de Salud en Jalisco, Alfonso Gutiérrez Carranza:

“Primera: Que la Secretaría que representa pague la reparación de los daños y perjuicios que le fueron ocasionados a la madre del menor de edad por el actuar irregular de los médicos residentes Omar Enríquez Cisneros, Lorenzo Gutiérrez Cobián y Juan Arturo Ocampo Navarro, con independencia que deba cubrirse derivada de las resoluciones de carácter jurisdiccional.

Segunda: Que instaure procedimiento administrativo en contra de los médicos señalados por los hechos cometidos en agravio del menor de edad.

Tercera: Agregue copia de la presente resolución al expediente administrativo personal de los médicos residentes involucrados en los hechos, con independencia de que actualmente tengan el carácter o no de servidores públicos.

Cuarta: Realice un análisis integral de las necesidades de médicos de base en las guardias de sábados, domingos y días festivos en el Hospital General de Occidente, para dotarlo de personal necesario.

EL INFORMADOR/ OMAR CASTAÑEDA