Critican operación de mando único en enfrentamiento en Tepatitlán

GUADALAJARA, JALISCO (09/OCT/2013).- Además de haber sido un hecho lamentable por las desafortunadas muertes que dejó, el enfrentamiento que ocurrió la tarde noche del martes en Tepatitlán reveló que no funcionó el mando único adoptado en Jalisco, además porque el modelo de guerra contra la delincuencia indica que "no ha cambiado mucho la mentalidad de la Policía del Estado que dirige Luis Carlos Nájera", opinó el investigador en derecho y doctor en ciencias sociales de la UdeG Jaime Hernández Ortiz.
 
El investigador criticó diversos aspectos de cómo se manejó el enfrentamiento: que un nutrido contingente de elementos provenientes de diversos municipios --como Guadalajara, Tonalá, El Salto, Tlaquepaque y los propios de Tepatitlán-- haya durado más de tres horas en intercambio de fuego contra un "pequeño grupo" de delincuentes: "El mando único no está respondiendo como debe de ser porque finalmente se recurre al apoyo del Ejército y la Policía Federal, como para respaldar una acción de la policía única en caso de que ésta pudiera fracasar".
 
También puso en entredicho la preparación táctica de la Policía para enfrentar a los criminales, pues no se buscó detenerlos: "Yo me pregunto si era necesario matar a todos. (...) Yo me pregunto, ¿qué acaso la policía no tiene bombas lacrimógenas, o sea no tiene forma de desalojar a las personas que se atrincheran en una casa? Yo creo que sí, yo creo que la muerte es la última opción", dijo, más si se deja el beneficio de la duda de que el inmueble donde se hallaban los criminales pudo ser una casa de seguridad con víctimas inocentes privadas de la libertad. Eso no se cuestionó al momento de abrir fuego contra la finca.
 
La alternativa, agregó, era enfrentar el problema con más tecnología y labores de inteligencia, por ejemplo, con un grupo de policías especializado que lograra detener a los criminales sin arriesgar a los propios elementos de seguridad y al resto de la población: en las cuadras aledañas la gente se resguardó mientras las granadas y las armas de alto calibre eran detonadas entre policías y criminales: "Me parece que no tienen elementos de disuasión o no hay preparación para atender ese tipo de situaciones porque todo se soluciona matando a la gente".