Condenan a tres asesinos a 30 años de cárcel

GUADALAJARA, JALISCO (03/ENE/2010).- Por una deuda de 60 mil pesos, fueron sentenciados tres hombres que se cobraron el monto con la vida un individuo, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado ( PGJE).

La condena carcelaria de 30 años, que recibieron las tres personas que fueron encontradas culpables por el Juez Noveno de lo Penal, por el homicidio en agravio de Alejandro Ávila Ramírez, de 22 años, que se registró el 2 de abril de 2008.

Los culpables son Fernando Covarrubias Silva, apodado “El Cabe”; Marco Antonio Covarrubias Martos, alias “El Tony”, y Rafael Méndez García, conocido como “El Cholo, todos vecinos de la colonia Rancho Nuevo, en el municipio de Guadalajara.

Ellos fueron declarados responsables del homicidio de Ávila Ramírez, quien era vecino también de la colonia antes mencionada.

De acuerdo con las actuaciones se estableció que el móvil del crimen fue que la víctima les adeudaba apróximadamente 60 mil pesos, por varios autos estéreos, amplificadores y droga, a los tres homicidas.

Los asesinos para cobrar su deuda invitaron Ávila Ramírez a salir con ellos, supuestamente para ir a un club nocturno, pero cuando se dirigían a éste decidieron tomar camino al municipio de Mazamitla, con engaños.

Al llegar al poblado tomaron una brecha conocida como Paso de Los Arrieros hasta llegar a un predio denominado Palos Gordos, donde descendieron y en ese momento los tres asesinos golpearon a la víctima hasta dejarla inconsciente. Enseguida lo empaparon con gasolina y le prendieron fuego hasta que se calcinara.

Ávila Ramírez fue localizado por un vecino de la zona quien dio parta a las autoridades municipales y ésta a su vez la PGJE.

Al realizar las investigaciones la fiscalía estatal encontró que “El Cabe”; “El Tony” y “El Cholo”, eran los responsables del crimen por lo que fueron consignados al juez mencionado quien lo encontró culpable y les dictó una sentencia mencionada, además de pagar 189 mil 61 pesos, por concepto de reparación del daño.

EL INFORMADOR / OMAR RUVALCABA