Capacitadores electorales enfrentan apatía e inseguridad

GUADALAJARA, JALISCO (04/JUN/2012).- Un proceso electoral como el que se vive actualmente en el Estado y el país, está conformado por etapas y requiere de la participación de personal eventual para poder llegar a buen término.

Una de las piezas clave es el capacitador asistente electoral (CAE), quien se encarga de avisar a los ciudadanos que fueron seleccionados para ser funcionarios de casilla, convencerlos y capacitarlos.

No es una tarea fácil. Las circunstancias de inseguridad y la apatía hacia lo que tenga que ver con la política, provocan que no todos los ciudadanos tengan la disposición de participar.

Francisco Serrano es CAE del Instituto Federal Electoral (IFE) de la zona siete del distrito ocho.

A él le tocó visitar ciudadanos de la zona de San Juan de Dios, una zona considerada como “roja” por cuestiones de inseguridad y de consumo de drogas.

Tocar una puerta y que abran, ya es un logro. Pero no todo tiene un final feliz.

Uno de los momentos más desagradables, fue cuando recibió la amenaza de un señor, quien le dijo que no regresara porque, de no ser así, lo golpearía.

“Que no me quería ver, y sí, se pone el incidente del rechazo, fue ahí por Esteban Alatorre. Ya después avisé a mi supervisor porque él luego tiene que ir a corroborar todos los datos”.

Él y otros CAE han sorteado todo tipo de circunstancias.

“Es una zona difícil, y para localizar a los ciudadanos ya es en la noche, o a horas muy tempranas; visitamos vecindades y lugares peligrosos, pero es nuestro trabajo”.

Aunque asegura que ha sido una buena experiencia, en la que sí se ha encontrado con una sociedad participativa, sobre todo la de clase media, a Francisco lo han perseguido los perros, personas le han hecho mala cara y, no lo han dejado pasar a algunas viviendas.

Los CAE tienen la posibilidad de solicitar apoyo de la policía municipal, pero hasta el momento no se ha necesitado.

Desde machismo hasta bloqueos viales

Desde la primera etapa, en marzo, Francisco comenzó la visita a las colonias, para notificar a la gente que salió sorteada para ser funcionario de casilla. De las primeras casas a las que fue, sólo  30% aceptó el cargo.

El resto expresó apatía, desgano, no fueron encontrados en sus domicilios o se cambiaron de casa.

Visitó alrededor de 400 viviendas y se encontró de todo, desde lo chusco hasta lo desagradable.

“Gente grosera, violenta, hasta muy amables; hay gente que te dice ‘Pásate, siéntate, quieres un vasito de agua’”.

Otra de las anécdotas que más recuerda es la de que, al llegar a preguntar por una señora, su esposo abrió la puerta y la negó, al mismo tiempo que aseguró que “su mujer” no participaría.

Al escucharlo, la señora salió, reclamó su comportamiento al marido y le dijo al CAE que contara con ella, que sí sería funcionaria de casilla y que, incluso, había soñado con eso.

La negativa de su esposo era porque no quería que lo dejara solo el domingo primero de julio.

“El señor dijo, ¿quién me va a hacer el domingo de comer? ¿quién me va a atender? Pero la señora le dijo, yo siempre los cuido, ahora te toca a ti mientras yo hago mi laboro como ciudadana y participo”.

Traer un chaleco de color visible como el rosa mexicano, puede ser un arma de dos filos. Sirve para que la ciudadanía tenga confianza, pero también son fáciles de identificar en caso de querer hacer algo contra ellos.

El día en que la Zona Metropolitana de Guadalajara sufrió de quema de autobuses, bloqueos viales y otros delitos que ocasionaron caos en la ciudad, los CAE recibieron la instrucción de quitarse los chalecos y resguardarse.

“Nunca se sabe, qué pueda ocurrir” y es mejor prevenir, argumenta Francisco.

Lo recomendable, señala el supervisor de la misma zona, Ricardo González, es que los capacitadores lleven siempre su identificación y pedir el apoyo de la policía en caso de que la necesiten.

Otras de las recomendaciones es que nunca entren en conflicto con los ciudadanos que no deseen participar, no entrar a los domicilios si no es necesario, sobre todo las mujeres, para evitar riesgos. “Lo primero es cuidar nuestra integridad, cuidarnos a la hora de andar en la calle”.

PARA SABER
¿Qué es un CAE?

Es quien invita y convence a los ciudadanos sorteados para que participen como funcionarios de mesa directiva de casilla. Se supone que deben de tener buen trato, conocer la ciudad y aptitudes para capacitar a ciudadanos.

Tocan puertas y llevan documentación a la gente, pero también asisten a los funcionarios de casilla durante el día de la elección.

CRÓNICA
A la escuelita como funcionarios de casilla

De lunes a viernes, la escuela primaria de la calle 32 y Javier Mina, en el Sector Libertad, recibe a cientos de niños que van a aprender español, matemáticas, y esas materias con las que empieza el saber teórico de cualquier ser humano.

Desde el mes de mayo y hasta finales de junio, la escuela abre las puertas de un salón los miércoles por la tarde, y los sábados y domingos por la mañana, para educandos “mayorcitos”.

No ven quebrados ni lecturas. Van a aprender cómo armar una mampara, cómo contar boletas y cómo llenar documentos importantes para el futuro de su país: Son ciudadanos integrantes de la mesa directiva de una casilla electoral del Instituto Federal Electoral (IFE).

En punto de las 10:00 horas, comenzaron a llegar los ciudadanos y se sentaron en sillas y mesas pequeñas (de niños) para dar inicio con la capacitación.

Ahí los esperaban tres capacitadores asistentes electorales  del IFE y un supervisor, que trabajan de manera temporal en la zona siete del distrito ocho, de Guadalajara.

Los ciudadanos, tres hombres y dos mujeres, se mostraron atentos a un video  puesto por Gina Garibay, una de las CAE, en el que se mostraba cómo integrantes de una mesa directiva simulada explicaban su labor.

Cada persona recibió un manual con el proceso que lleva una elección, con ejemplos e instrucciones precisas y fáciles de digerir, con dibujos a color y lenguaje sencillo.

Después vino la parte práctica, con un simulacro de elección. Ya con todo armado, los funcionarios de casilla se acomodaron detrás de las mesitas, con los artículos necesarios para dar inicio al simulacro, en el que se llenaron documentos y se siguió el protocolo requerido de una elección real. La capacitación durará hasta los últimos días de junio.