Le costó a los Ayuntamientos, al Gobierno estatal y a la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Guadalajara. De los municipios -también la pista de Guadalajara- salieron 10 millones de pesos, 10 de la bolsa de Jalisco y 10 de la iniciativa privada. Por eso, antes de que alguien pusiera un patín encima, había que esperar a los funcionarios: el gobernador, Aristóteles Sandoval, y el alcalde, Héctor Robles, desearon feliz navidad; les respondieron a gritos. Pero ya no eran bullicios desesperados, sino motivados por hacer de cuenta que en Zapopan neva y así los niños y niñas puedan resbalarse en una montaña de nieve, patinar sobre hielo y ver casitas de luces y chimeneas hasta el 12 de enero en la Plaza de las Américas. De paso, ayudarle a la economía. Con la resbalada y la patinada, luego da hambre, pero nada que un elote, unos tacos o un helado de los negocios de alrededor no puedan calmar. Y ya de una vez, un recuerdito de la Virgen de Zapopan. Se espera una derrama de 80 millones de pesos en este mes, dice Francisco Beckman, presidente de la Canaco. Adentro de la pista, los osados se andan por en medio. Los novatos buscan, en cada paso, apoyarse de la barda. No más se dejan ver patines hacia arriba: están las caídas en grupo, las diatraídas, las desequilibradas y hasta las de pérdida de control por tomarse una foto para el Facebook. Afuera la fila ya llega a la calle Hidalgo y media cuadra más. Esperan 100 mil visitantes, dice el alcalde de Zapopan. EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA