''Bullying'', presente en intentos de suicidio entre jóvenes

GUADALAJARA, JALISCO (11/AGO/2013).- En Jalisco fueron atendidos 32 mil 099 pacientes en distintas instituciones, entre 2010 y 2012, por intentar suicidarse o tener pensamientos de quitarse la vida; eran niños, jóvenes y ancianos. Yolanda García Ávila, adjunta al Instituto de Salud Mental del Estado, asegura que entre los jóvenes y adolescentes, el bullying y la violencia doméstica son las principales causas que los orillan a atentar contra su vida.

Es por eso que a García Ávila le preocupan las elevadas cifras de la Secretaría de Educación Jalisco sobre el acoso escolar, pues indican que siete de cada 10 estudiantes han sufrido bullying alguna vez; si a ello se suma un caso de violencia intrafamiliar, inseguridad u otro factor de riesgo, los adolescentes pueden llegar a pensar en quitarse la vida como una salida.

“Una madre alcohólica, que haya antecedentes en la familia de actos suicidas, una enfermedad mental, timidez, que tengan poca tolerancia, una decepción amorosa, poca capacidad para resolver conflictos, y si viven acoso escolar, o tienen falta de apoyo de una figura importante, son algunos de los motivos por los cuales los adolescentes pudieran pensar en quitarse la vida”.

En el caso de los adultos, las causas que los llevan al suicidio están relacionadas con un sentimiento de fracaso familiar o laboral, en la mayoría de los casos. “En los adultos es por problemas en la educación de los hijos, cuando hay una desestabilidad económica, enfermedad discapacitante, adicciones, pérdida del empleo, del prestigio, si hay una relación matrimonial caótica y violenta, principalmente”.

La “victimización” de los deudos

Jalisco tiene una deuda con las víctimas indirectas de un suicidio: la ausencia de un protocolo único de atención, que evite que el padre de un joven que se quitó la vida deba enfrentar repetidos cuestionarios e interrogatorios ante distintas autoridades.

El especialista de la Universidad de Guadalajara Rogelio Barba Álvarez opina que esta “victimización secundaria” provocada por las autoridades “debilita la unión familiar”, y que atender este problema correctamente es una asignatura pendiente de instancias como cuerpos policiacos, trabajadores sociales y agentes del Ministerio Público.

TELÓN DE FONDO

Se requieren cinco años de seguimiento

De acuerdo con la tesis de licenciatura “Muerte violenta posterior a intento de suicidio en mujeres”, realizada por la sicóloga Andrea Vianey Villanueva Mariscal y presentada este año, el perfil de las mujeres que se suicidaron en Guadalajara es de mujeres solteras, dedicadas al hogar, de 35 a 44 años de edad y con escolaridad primaria, con problemas familiares, autoconcepto pobre, afrontamiento al estrés pobre, alteraciones del estado de ánimo y alteraciones de la personalidad.

La investigación de la egresada de la Universidad de Guadalajara arroja como resultado que una mujer que ha intentado suicidarse en más de una ocasión, que tiene entre 35 y 44 años, con problemas de adicción y que presenta más de un problema sicológico, tiene mayor riesgo de morir por suicidio o por otro tipo de muerte violenta. Por lo que hace hincapié en dar seguimiento a las mujeres que llegan a los centros de salud por intento de suicidio en los cinco años posteriores, para evitar riesgos de muerte violenta.

• CLÍNICA DE DUELO POR SUICIDIO

Ampliarán acciones para atender duelos

La tragedia de un suicidio deja numerosas secuelas, entre ellas el duelo que deben superar sus seres queridos. Desde hace año y medio el Centro Universitario de Ciencias de la Salud ( CUCS), de la UdeG, cuenta con una Clínica de Duelo por Suicidio, pero el responsable, Roque Quintanilla Montoya, anunció que en dos meses atenderán, además, duelos de cualquier naturaleza.

El plan prevé ofrecer talleres para cualquier persona, integrados por 12 personas, con duración de 10 a 12 sesiones y con un costo de máximo 30 pesos por sesión.

Mientras tanto, la Clínica ha detectado que ocho de cada 10 casos de duelo por suicidio atiende a familiares directos y amigos de jóvenes que tenían entre 15 y 25 años.

El también socio fundador de la Asociación Mexicana de Suicidología comentó que, a pesar de atender con constancia sólo a 20 personas en la clínica, no están sobrepoblados y tienen la capacidad de atender más personas con profesionales voluntarios.

Un rasgo común es que familiares y amigos pueden convertirse en depositarios de una ideación de suicidio: “(La víctima) platicó que se iba a quitar la vida, no lo tomaron muy en serio; se quita la vida y aparece la problemática (entre las personas cercanas) de que pudieron haber hecho algo distinto”, por lo que el mal manejo de las emociones entre los familiares después de un suicidio, puede extenderse hasta una semana.

¿Cómo prevenirlo?

De acuerdo con el investigador, los familiares y amigos tienen un papel importante en las tareas que hacen posible prevenir un suicidio: “Si la familia es un espacio para plantear problemáticas donde el joven es escuchado y atendido, si es el amigo capaz de orientar y no solapar, lo lleva con un profesional y avisa a la familia”.

Cambios abruptos en su forma de comportamiento, como aislamientos, expresiones directas de quitarse la vida como “me quiero morir” y “estarían mejor sin mí”, y conductas que apunten a la búsqueda de formas para quitarse la vida, son indicadores de alto riesgo previo al suicidio, según el investigador.

“Es importante no confundir la búsqueda del suicidio con la conducta autolesiva, lesiones que no causan la muerte pero liberan conflicto y tensión mientras se acumula la problemática: se lesionan sabiendo que no morirán”.

EL DATO

Atención telefónica

Para orientación ante situaciones de crisis o pensamientos de muerte, está disponible el teléfono 075 las 24 horas todo el año; allí el Instituto de Salud Mental ofrece asistencia gratuita.

LA VOZ DEL EXPERTO

Atención en Facebook bajaría índices de suicidio

Rogelio Barba Álvarez (investigador de la Universidad de Guadalajara)

Para bajar la cifra de mil 200 jaliscienses que se quitaron la vida en los últimos tres años, el investigador de la UdeG Rogelio Barba Álvarez propuso la política pública de que en cada plantel escolar del Estado existan un confidente virtual y un asesor emocional.

“Es preciso identificar aquellos jóvenes que presentan fracaso escolar y problemas en sus relaciones interpersonales”.

Campañas de prevención en el rango de 15 a 25 años de edad y cursos inductivos en los planteles con la temática preventiva de suicidio, no sólo bajarían los índices de suicidio: también lo harían con el bullying, embarazos no deseados y noviazgos tormentosos, según el especialista.

El académico clasifica los signos previos al suicidio en exógenos y endógenos. Los signos segundos se tratan de “focos amarillos”, que incluyen depresión, problemas familiares, problemas en las relaciones interpersonales, insomnio, falta de apetito, desánimo por divertirse, por asearse o estar con los amigos, y que los jóvenes permanezcan en la cama.

Entre los exógenos pueden aparecer las redes sociales, como Facebook, donde los jóvenes “reflejan sus sentimientos en un muro público”, por lo que recomendó a padres y hermanos mayores que tengan como “amigo” al joven en la red social, para poder monitorear sus estados de ánimo. Los jóvenes, señala, “tienen tendencia a deprimirse, por lo que necesitan comunicación de los padres hacia ellos: ¿Qué les preocupa? ¿Cómo recompensarlos? Hay que ser solidarios constantemente”.