Martes, 14 de Octubre 2025
Jalisco | El rector del CUCSH ha ocupado diversos cargos en la máxima casa de estudios de Jalisco

“Briseño cavó la tumba para sus aspiraciones políticas”: Cortés Guardado

Marco Antonio Cortés Guardado es considerado el operador político del “líder moral” Raúl Padilla López

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- El rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Marco Antonio Cortés Guardado, ha sido testigo de la vida universitaria desde 1978, cuando concluía sus estudios formales de sociología para convertirse en auxiliar de investigador.

Analista político, académico prestigiado y gente cercana al ex rector Raúl Padilla López, ha ocupado diversos cargos en la máxima casa de estudios de Jalisco, tales como director del Centro de Estudios de Opinión (CEO), director de la División de Estudios Políticos y Sociales del CUCSH, y actualmente rector del mismo.

En medio de la disputa por el control político de la Universidad de Guadalajara, Cortés Guardado es considerado el operador político del “líder moral” Raúl Padilla López, en su enfrentamiento con la actual rectoría de Carlos Briseño Torres.

— ¿Qué cambios ha tenido la UdeG desde su arribo a la institución?

Los cambios son abismales, sustanciales. Pasar del periodo de conflicto estudiantil armado a la procuración de un mejor aparato académico, creo que transformó en gran medida a la UdeG. Y es que esta institución siempre dotó de los mejores profesionistas al Estado. Sobre todo, la reforma que vivió para desarrollar la Red Universitaria (durante el periodo de Raúl Padilla López) creo que fue un gran logro.

Desmasificó a la UdeG y la descentralizó, pero aún hay asignaturas pendientes: la evaluación del sistema departamental, la flexibilidad curricular aún no es la que se pensó en el proceso de reforma académica. La idea era un poco que con la estructura departamental, los alumnos tuvieran la opción de configurar opciones profesionales muy libremente. Un ingeniero que pudiera configurar su formación con un contenido jurídico, por ejemplo. Estas cosas aún no se pueden hacer, aún hay ciertas rigideces institucionales que lo impiden.

— ¿Qué pasa con el Grupo Universidad y qué papel juega en todo esto?
Es un poco un mito el grupo. Lo que existe es una estructura de liderazgos que tiene base en la estructura institucional de la UdeG. Quienes ocupan esta estructura de liderazgos es la conformación de académicos que impulsó el proceso de reforma universitaria. Hablamos del rector general, pero de todos los directores de centros de investigación.

Cuando se habla del Grupo Universidad, estamos hablando de una cantidad muy amplia de universitarios. No es un grupo de unas cuantas personas. Lo que pasa es que la UdeG siempre ha tenido un sentido de comunidad muy fuerte. Hay reglas escritas que cada vez funcionan mejor, y reglas no escritas como en cualquier institución. Códigos morales, códigos éticos, códigos institucionales.

Esta comunidad integra a líderes sindicales de gremios, liderazgos dentro de éstos, liderazgos de los centros universitarios. Yo platico con mis colegas rectores y coincidimos en muchas cosas. Coincidimos en los propósitos sociales de la UdeG, aunque no seamos amigos, nos identificamos como miembros de esta comunidad y esa estructura que le da forma al Grupo Universidad.

— ¿Qué papel jugó Carlos Briseño en este grupo?
Briseño Torres fue un miembro muy importante de esa estructura social interna de la UdeG

— ¿A qué adjudicas la ruptura actual?
Creo que básicamente el problema con el rector general es que sobredimensionó sus aspiraciones políticas. Creo que calculó mal los tiempos, calculó mal la reacción de la comunidad universitaria frente a sus aspiraciones políticas,  calculó mal la respuesta que él iba a tener en este esquema de relaciones impuesto a la UdeG y le falló, porque hasta ahorita no nos ha propuesto nada. En su propuesta de cambio que publicita no nos hace una propuesta de cambio. Su propuesta es acabar con el cacique, el líder moral, pero eso no dice nada de su proyecto académico, y la UdeG no reacciona frente a Carlos Briseño Torres porque esté atacando los liderazgos morales.

— ¿Estaría mal que hubiese un liderazgo moral en la UdeG?
Yo creo que no. Esos liderazgos morales existen en todas partes. Obviamente en una situación como la actual es muy fácil recurrir a la condena de liderazgos morales para uno ponerse como víctima. El problema es que Carlos Briseño, en su propuesta de cambio es vacío. Su idea de cambio es el arma que él tiene para posicionarse como candidato a gobernador del Estado… o que tenía.

— ¿Ya no opera esa arma?
Yo creo que no ha renunciado a sus aspiraciones, pero no funciona ya porque la mayoría de la comunidad universitaria ya nos dimos cuenta de esto. La comunidad de Jalisco lo sabe. Desde antes que los rectores le criticáramos su protagonismo lo hizo el presidente municipal de Guadalajara, los miembros del Congreso del Estado y muchos actores. Fue aplastante la evidencia de este aparato de campaña.

— Cuando dices que se adelantó a los tiempos, da la impresión de que no hay inconveniente en que aspire a la gubernatura.

No hay inconveniente porque tiene su derecho, pero nos quiere utilizar a todos como instrumento para sus aspiraciones personales. Es decir, él tiene un año presumiendo los logros de la UdeG como si fueran de él, porque lo posiciona frente a la sociedad como un político que da resultados, pero internamente nos da un trato de desdén. La conducta al interior de la comunidad universitaria de él es de alguien autoritario, alguien que no pone sus ideas a consideración de la comunidad, sino alguien que dice “yo soy rector, y acatas”.

Cuando llegué a la rectoría, cuando la atribución de formar a mis coordinadores es mía, recibí un correo del rector  instruyéndome que cuando tuviera la lista de coordinadores la sometiera a su consideración. Eso lo hizo con todos los ámbitos de gobierno de la UdeG. Ha habido un abuso en las atribuciones del rector general, y ha invadido atribuciones de otros niveles de autoridad.

— ¿Nunca lo hicieron de su conocimiento hasta las publicaciones emitidas por irregularidades financieras?
Es muy difícil. Siempre ha estado completamente concentrado en su campaña electoral, campaña política. Ha habido una enorme falta de sensibilidad frente a lo que él veía que crecía en la UdeG y no hizo nada por modificar su conducta. Ahora resulta que somos una manada de borregos mandada por el líder moral para oponerse a la transparencia. Cuando él hace eso, de plano ya rompió con la comunidad universitaria. Él ya se enemistó con toda la comunidad. Si él quiere ser gobernador, es la peor falta de tacto político, de habilidad política. Ha ido minando su propia autoridad al interior de la UdeG. Él cavó la tumba para sus aspiraciones políticas. Su exceso de protagonismo no solamente nos ha molestado, sino a la sociedad.

— ¿Cómo percibes el discurso que emitió el pasado jueves?
Es parte de su campaña, da una respuesta mediática a una manifestación real de inconformidad. Lo que yo veo es que sigue sin escuchar lo que se le está diciendo. No se sale, bajarle de tono es una estrategia personalísima de él que no tiene el fin de arreglar las cosas en la UdeG, sino de que sus bonos frente a la opinión pública no bajen.

Porque lo dice después de que dan a conocer comunicación privada de un rector. Quién se la va a creer. En el momento en que terminó su discurso, en mi correo como miembro del SNI, me llegó un artículo de Ricardo Alemán donde se va contra el cacique y acusa y nos acusa a todos de oponernos a Briseño, porque somos una bola de intransparentes y enemigos de la transparencia. Por un lado le baja y por el otro arrecia. Error de él creer que tiene a los miembros del SNI de su parte, que es la élite académica de la UdeG.
— ¿Y no es cierto?
No, claro que no. Es decir… bueno un doctor, tiene varios que están de su lado, le creen algunos pero la mayoría no está con él, porque la comunidad universitaria decía que el menos conveniente para rector era él, y el conjunto quería un académico. Caros Briseño no es un académico, que me disculpe.

— ¿Qué ha hecho Briseño durante su gestión?
Algo muy importante, él no inició la transparencia en la UdeG, esto arrancó desde hace tres años. Qué ha hecho bien: la página de transparencia de internet es una excelente página, hay que reconocérselo, pero no arrancó con eso ni nosotros le tenemos miedo a la transparencia. En este centro respondemos a cientos de requerimientos. Uno está haciendo la chamba y luego sale a presumir que él es el transparente y todos los demás no.

Carlos ha sido eficiente en muchas tareas. La reforma de pensiones del sexenio pasado, en ella él jugó un muy buen papel, la parte que le tocó para sacar adelante la reforma de pensiones.

El rector es un tipo con muchas cualidades pero sacó sus perores defectos cuando necesitaba mostrar todas sus virtudes.

— ¿Crees que su ruta sea conciliar?
No, él no va a conciliar; él va con todo. De hecho tenemos por ahí que la próxima semana sacará denuncias mediáticas contra directivos.

— ¿Y ustedes qué harán al respecto?
Pues seguir contestando. Ellos saben muy bien que los problemas de recursos son muy distintos, pero los manejan como si fueran iguales. En el caso del CUCS desviaron los fondos de los proyectos. En el caso del CUCSH fue el robo de una chequera, pero Gabriel Torres dice que reaccionamos  contra el rector porque presentaron denuncias contra desvíos de fondos, y está comprobado que Raúl Vargas López no tuvo nada que ver con lo que pasó allá, y yo no tuve nada que ver con ese robo de la chequera. Yo mismo presenté la denuncia ante el abogado general.

— ¿Crees que a la UdeG le convenga la gestión del rector actual?
Ha sido muy nociva, dañina a la universidad. Desde hace muchísimo tiempo no pasábamos por esta situación.

— ¿Será posible la remoción del rector?
Bueno, la posibilidad de remover a cualquier funcionario existe porque la norma lo señala. Desde el rector hasta un jefe de departamento.

— ¿Le convendría a la UdeG remover al rector?
Yo creo que no, pero si en un momento dado es lo mejor para la UdeG, o si comete las faltas graves que se tipifican en la Ley Orgánica y daña la vida de la institución, para eso está la norma.

-¿Qué lectura le das a la próxima sesión del CGU?
No sé, la gente está realmente molesta.

— ¿Por qué Raúl Padilla no ha aparecido últimamente, si ha estado tan implicado en este asunto?

No sé, no sé. Yo creo que lo han llevado al baile gratis sin deberla ni temerla. Es muy fácil como propaganda decir: no me dejan ser rector. Su problema no es que sea rector, es que ha querido ser un rector absoluto.

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