Asesinan a dos en Tlajomulco de un tiro en la cabeza

TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO (10/FEB/2013).- La delegación de Santa Cruz del Valle, en Tlajomulco, fue el escenario de un doble homicidio ocurrido la noche de este sábado. Entre caminos de terracería y empedrado, los asesinatos ocurrieron en la finca ubicada en el número 503 de la calle Ramos Millán: en su interior, dos cuerpos yacían ejecutados de un tiro en el cráneo, aseveró uno de los policías en el sitio.

El reporte de la urgencia se registró alrededor de las 22:00 horas, al parecer, por familiares de las víctimas. Arribaron poco después varias unidades de la Policía de Tlajomulco, Servicios Médicos y personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, las cuales Ingresaron al domicilio.

Según las indagaciones previas —el Ministerio Público aún no llegaba—, un grupo de entre cuatro y cinco sujetos ingresaron por la estrecha puerta de la finca, de amplias dimensiones y con poca construcción. En el interior amagaron a las víctimas y los asesinaron de una bala en la cabeza.

Se trataba de Franco Mauricio Barroso Gaytán, alias “El Chespi”, o “El Chéster” —discreparon los oficiales—, y Rubén Ramos Soledad, de 30 años. Tirados en el interior del domicilio, esperaban el arribo de los peritos antes de ser trasladados al Servicio Médico Forense.

Un tercer individuo, Adrián Íñiguez Domínguez, de 27 años, logró escapar de los agresores al huir de la casa y correr en dirección norte, hacia la calle Solidaridad, que cruza con Ramos Millán. Sin embargo, los homicidas le dieron alcance y lograron dispararle. Un proyectil lo impactó en el costado derecho —según declaró uno de los policías—, pero no le provocó la muerte. Quedó tendido y el grupo de criminales huyó, al parecer, en dirección sur a “pie tierra”.

Una ambulancia que llegó tras el reporte lo trasladó al puesto de socorros; y regresó poco después para atender a una de las madres de las víctimas, que estuvo a punto de desmayar.

Santa Cruz del Valle, poco poblada: en el lugar había más familiares y conocidos que curiosos. Y los testigos, pocos y temerosos.

Hacia las 23:30 horas, el Ministerio Público aún no arribaba. Los cuerpos de Rubén y Franco esperaban los peritajes que revelarían calibres e impactos totales antes de ser trasladados al Servicio Médico Forense.

AGENCIA INFORMADOR