Ambulantes se regodean en Obregón y Medrano

GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2013).- Casi 200 comerciantes ambulantes se regodean en las zonas comerciales de la calle Medrano y Álvaro Obregón, tras un conteo de El Informador, en un recorrido realizado a mediodía. En estos lugares se presume que hizo un cobro la regidora con licencia del Ayuntamiento tapatío, Elisa Ayón.
 
Sobre el tema, los encargados de comercios formales aseguran que no saben nada de algún cobro por quitar a los informales, y nunca les han solicitado dinero. Uno de ellos, José Alonso Torres, tiene un local donde vende playeras y pantalones desde hace 15 años. "No he escuchado que haya pedido dinero. Se me hace ilógico que pidan para que los quite porque no pueden hacerlo, tienen mucho tiempo establecidos".
 
Sólo en Medrano, de la calle Rafael Delgado (conocida como 68) hasta Comonfort (la 48) se cuantificaron 60 comercios ambulantes de ropa, cintos, bisutería, y comida. "Sí afectan las ventas hasta la mitad, porque con el dinero que trae la gente se compra lo que ve a la mano y no le alcanza para gastar en los establecimientos".
 
De acuerdo al vendedor, el problema con los ambulantes existe durante todo el año y se incrementa en temporadas altas, como la de Navidad que se avecina. Afirma que desde que el Partido Revolucionario Institucional llegó al Ayuntamiento en el año 2009, y sobre todo con la actual administración "dieron más permisos que nunca, exageradamente. Hemos visto que le llegas a los funcionarios altos y le das su lana para que dejen instalarse".
 
Un ejemplo de tolerancia al ambulantaje es María Concepción Suárez Aguilar, quien vende en una esquina gorros, sombreros y gorras sin permiso, pero trabaja "con tolerancia". "Yo tengo 30 años vendiendo, gracias a una carta del DIF". La señora dice padecer de una discapacidad mental, aunque de manera lúcida atiende su puesto, y dice que tras solicitarle a funcionarios del Ayuntamiento que al dejaran, pudo quedarse.
 
"Aquí quitan a los nuevos comerciantes, ahorita nos han dado chance de seguir trabajando a los que llevamos más tiempo". María Concepción afirma que los inspectores que acuden no le han pedido dinero para seguir instalada, y agrega que los comerciantes formales son los que "les echan" a los inspectores. "Y no se vale porque nosotros tenemos derecho a trabajar, apenas alcanza para seguir sobreviviendo".
 
La vendedora lamenta el periodo de bajas ganancias en este año, el cual "ha sido el peor", ya que debe 20 mil pesos al banco por préstamos que ha solicitado, y con lo que saca durante la temporada navideña apenas le alcanza para sobrevivir. Adelanta que los días 1 y 13 de diciembre se reparten los espacios en las calles por parte de inspectores del Ayuntamiento de Guadalajara.
 
Ambulantes invaden "zona restringida" en Obregón
 
La zona comercial de la calle Álvaro Obregón, que va de la Calzada del Ejército hasta la Calzada Independencia está rodeada por 101 comercios ambulantes. Algunos presumen permisos, sin embargo aseguran que hasta ocho de cada 10 no lo tienen.
 
Ángela Velázquez tiene 23 años vendiendo en la zona, y ahora posee permiso de instalarse en una esquina a vender pantalones, licras y calcetines; pero se queja de que otros negocios que no tienen autorización oficial tienen más espacio para vender.
 
"Me dan poco espacio, no se puAeden más de dos metros y medio, pero hay irregularidades por parte del Ayuntamiento, otros tienen nueve metros. A mí me miden el espacio del puesto, y no tengo permiso de sacar ni una silla para sentarme".
 
Informa que elementos de la Unidad de Inspección y Vigilancia hacen operativos pero no quitan a los ambulantes. "Se supone que Obregón es una zona restringida, pero yo no veo nada de eso, porque hay muchos puestos por aquí, un 80 por ciento no tiene permiso para trabajar, (...) y están bien a gusto".
 
Oscar Barreto tiene un establecimiento de juguetes, y cuenta con un permiso provisional para un puesto en el exterior de su tienda, "es de uno de mis hijos, pero que se ponga él a otro, mejor mi hijo. Pero si quitaran a todos, yo feliz de la vida (...) Aunque como se agarran repartiendo permisos a diestra y siniestra".
 
El comerciante dice haber escuchado que cobran por los puestos, "pero aquí se sacó el permiso normal".
 
EL INFORMADOR / SAÚL PRIETO