Aclara Educación que alumno de secundaria murió por causas naturales

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAY/2011).- La muerte del joven que se desvaneció en su escuela para más tarde fallecer en el puesto de socorros, sucedió por factores naturales congénitos del finado y no fue provocada por uno de sus compañeros tal y como fue manejado por una televisora local, aclaran funcionarios de la Secretaría de Educación Jalisco ( SEJ).

Explican que el pasado miércoles 4, Saúl Uriel Torres Contreras, alumno del tercer grado de la Secundaria Técnica No. 78, cayó al suelo inconsciente mientras reclamaba molesto a otro estudiante por su intervención en las bromas que al ahora fallecido realizaba a dos de sus compañeras, mientras regresaban de clase de activación física.

Luego del desvanecimiento, que se dio tras una combinación de risas y enojos, el infortunado alumno fue cargado por sus compañeros con el médico de la Secundaria quien lo resucitó en dos ocasiones antes del arribo de los paramédicos.

Según el parte médico, Saúl Uriel pereció en la Cruz Verde a causa de los “eventos vasculares por factores predisponentes no especificados”, diagnóstico de muerte que ya fue aceptado y reconocido por el padre del menor.

“Son eventos que surgen como resultado de una emoción intensa. Puede ser alegría, enojo, felicidad, llanto”, precisa la directora de Psicopedagogía de la SEJ, Gabriela Hernández Arthur. Refiere que luego del incidente seis psicólogos trabajan en la Secundaria atendiendo las situaciones de crisis y realizando la bores de “contención” entre la comunidad escolar.

La directora añade que también se está brindando apoyo a los miembros de la familia de Saúl Uriel, quienes acababan de perder a un ser querido hacía apenas un mes.

Tras este evento, la SEJ valora la posibilidad de incorporar información médica a los expedientes de los estudiantes, comenta el coordinador de Educación Básica de la dependencia estatal, Pedro Díaz Arias.

Agrega que únicamente el 20% de las secundarias en la Entidad cuentan con médico de planta en la escuela.

EL INFORMADOR / RAFAEL ZAPATA