Martes, 21 de Mayo 2024
Jalisco | CITA EN LA CIUDAD POR ALFREDO HIDALGO RASMUSSEN

1990

En 1990 todavía había una gran diferencia en la forma de vida de los capitalinos y los tapatíos, ‘‘allá sí que hay congestionamiento’’, decíamos

Por: EL INFORMADOR

Alfredo Hidalgo Rasmussen.  /

Alfredo Hidalgo Rasmussen. /

Hace 20 años una generación de un poco más de 100 alumnos concluíamos la carrera en la entonces Facultad de Arquitectura de la Universidad e Guadalajara. Bajo la frase: “somos menos de lo que éramos y más de lo que seremos”, nos despedíamos de una etapa estudiantil de al menos 17 años y nos enfrentábamos a un incierto futuro en el que la esperanza reinaba en nuestras ilusionadas cabezas.

La ciudad era otra. En veinte años la mancha urbana creció indiscriminadamente, lo que entonces eran los primeros desarrollos privados promovidos por unos pocos grupos de influyentes inversionistas, se convirtieron en una “plaga constante” en el desarrollo de la ciudad. Una vorágine actividad especuladora fue ampliando los limites urbanos a través de cuestionables mecanismos, crecimos sin planes ni visión a futuro. Las autoridades de gobierno coronaban un proceso de abandono en la regulación del crecimiento urbano entregando el “alma” de la ciudad a la oferta y la demanda.  La calidad de vida que ofrecían viviendas con casa club y alberca, fueron el gancho para empezar un proceso de “aislamiento” de la ciudad; tal vez sin imaginarlo, comenzábamos un proceso de “tribalización”, que Jordi Borja definió como ir “construyendo tribus” las cuales finalmente terminan aisladas o en guerra.

También durante este tiempo, aumentaron significativamente los pasos a desnivel y los puentes en la ciudad, pero nunca terminaron el periférico.  Creció la infraestructura vial y con ella, como siempre ocurre, aumentó también el congestionamiento; más calles, más autos. El parque vehicular creció en más del 150 por ciento.  

En 1990 todavía había una gran diferencia en la forma de vida de los capitalinos y los tapatíos, “allá sí que hay congestionamiento”, decíamos; hoy el promedio de velocidad en auto en Ciudad de México es de 19km/hr mientras en Guadalajara es de 14km/hr.

La política de “el de atrás paga” como define Felipe Cabrales a la forma de actuar en la ciudad donde se “transfieren deudas históricas a nuevos ciudadanos”, nos ha hecho un daño enrome en este periodo.

La escuela de arquitectura al borde de la barranca era un maravilloso espacio para estudiar. Enclavada en un paraje natural único, amplios salones, corredores y espacios abiertos para convivir, fueron lugares propicios para que diseñadores y arquitectos imagináramos el futuro. El hoy CUAAD saturado de alumnos, no se da abasto para la enorme demanda educativa, mientras  tanto, desafortunadas intervenciones de ornamentación, han puesto en evidencia que no solo nuestra ciudad ha sufrido en estos veinte años de malas decisiones.

De los egresados de entonces, la mayoría fueron abandonando de a poco la profesión, en busca de alternativas más rentables y justas; es difícil saber cuántos y cómo, han participado –por acción u omisión-, en el escenario actual. Hoy miles de jóvenes se forman en las aulas de las escuelas de arquitectura de la metrópoli, esperando contribuir para tener una mejor ciudad. La experiencia urbana diaria y el acceso a la información, hace imposible ocultar el gran reto que tenemos para establecer acuerdos y que los próximos veinte años sean mejor que los anteriores.

alfredo@infotectura.org

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones