Sorpresivamente pide a los fieles que lo bendigan

GUADALAJARA, JALISCO (14/MAR/2013).- Francisco “comienza su pontificado de manera insólita, no sólo bendiciendo a la gente, sino pidiéndole a la gente que lo bendiga”, expresa el sacerdote e historiador, Armando González Escoto, quien añade que el discurso marca “otro estilo de liderazgo”, el cual “tendrá que ser seguido por los obispos, por los presbíteros y, desde luego, por todos los laicos que ejercen funciones de evangelizadores en la Iglesia”.

El historiador comenta que el perfil del nuevo Papa, según los cardenales que participaron en el Cónclave  tendría dos cualidades, que en este caso cumple Francisco.  La primera, apertura, es decir “una persona de mente abierta que establezca puentes de diálogos con el mundo contemporáneo” y la segunda, la nueva evangelización, lo que significa “diferencia en el lenguaje”.

González Escoto señala que la importancia del Papa radica en que  es “el sucesor del Apóstol Pedro, a quien Jesús le entregó la guía de la Iglesia (...). El Papa es la cabeza visible de la Iglesia en el mundo y es fundamental para nosotros los cristianos”.

En el aspecto social, la función del Papa es la de todo líder, que “da cohesión, dirección, marca las pautas y señala las metas”.