Lunes, 13 de Octubre 2025
Internacional | La piratería inició la debacle del negocio

Haití no tiene salas de cines pero sí cineastas y cinéfilos

Antes del terremoto habían conseguido producir hasta 10 películas al año

Por: AP

PUERTO PRINCIPE, HAITÍ.- Haití soñaba con un "Haitiwood",  siguiendo los pasos de la India, había conseguido producir hasta 10 películas  anuales, pero la piratería asfixió a finales de 2009 el negocio de las salas de cine y el terremoto del 12 de enero sepultó la producción local.

"La piratería hizo que las pocas salas que habían cerraran, y el negocio  subsiste en las calles con la venta de las copias, porque a los haitianos nos  encanta el cine y reconocernos en las películas", dijo Jessica Généus,  una actriz de 25 años, figura de la mayoría de las cintas haitianas en los  últimos años.

Hasta octubre del año pasado hubo salas de cine en Puerto Príncipe, pero  aunque los haitianos acudían en masa, la piratería terminó por cerrar las salas  comerciales que cobraban 100 gourdes por entrada (unos 2,6 dólares) en un país  donde la mayoría de la clase trabajadora tiene que esforzarse para ganar 2  dólares al día.

"La piratería en todas sus formas mató las salas y mató la producción  local", dijo a la AFP Arnold Antonin, precursor del cine en Haití, ex  presidente de la Asociación de Cineastas haitiana y director del centro  cultural Pétion-Bolívar.

Cuando en 2006 Antonin estrenó su cinta "Le President, a t-il Le Sida?"  (¿El Presidente tiene sida?"), una ficción sobre el virus que marcó a los  haitianos, "a la semana me estaban ofreciendo mi película en la calle", contó  en su oficina, donde destaca una foto suya junto a Julia Roberts en Haití,  decenas de afiches de cintas locales y dos trofeos del festival de cine de  Burkina Faso.

Para estos hacedores de cine, que intentaron competir con Cuba como los  mayores productores de cine en el Caribe, y que creen en la cultura como salida  a la hecatombe del país, "el terremoto simplemente detuvo la vida", afirmó  Antonin.

"Aún estoy impactada por el terremoto, pero no soy alguien que espera que  las cosas le caigan del cielo, sé que volveré a hacer filmes con todo esto que  nos está pasando", dijo Généus, protagonista de "¿El presidente tiene sida?",  "Cousines (2005), "Barikad" (2002) y "Les amours d'un zombi" (2007).

Généus es una admiradora de Meryl Streep que adora la obra de Pedro  Almodóvar y Woody Allen, y que por estos días se sirve de su inglés y francés  para ser traductora y asistente de una funcionaria de la organización Human  Right Watch.

Antes del sismo del 12 de enero, la piratería de películas había ganado  tanto terreno "que incluso las pocas televisoras que tenemos pasaban las copias  de nuestras películas sin autorización", lamentó Antonin, mencionando también  las funciones caseras de copias de cintas.

"El público haitiano era el mejor público de su cine", dijo Antonin al  contar que desde diciembre habían empezado a esbozar un plan para abrir una  sala con subvención estatal y buscar formas de inversión para ejecutar  proyecciones comunitarias.

"Pero todo eso quedó paralizado", dijo Antonin sin redirse, mientras el  patio de su oficina se convirtió en un campo de refugiados y base de  operaciones de médicos extranjeros.

Convencido de "que el cineasta debe ser un testigo de los acontecimientos  de la sociedad", está preparando un documental sobre la catástrofe en el que se  pregunta "¿Volveremos a construir el país peor que antes?", apoyado en las  imágenes que ha rodado desde el día después del sismo.

De su parte, Généus tampoco se da por vencida, como muchos de los pocos  artistas profesionales que quedan en Puerto Príncipe ni piensa en la idea de  emigrar.

"Este es mi lugar, no me veo en Miami o en París intentando salir adelante  en lo que sea", dice la joven, que poco antes de la entrevista visitó como  traductora una sede de la ONU, por donde había pasado fugazmente la estrella  hollywoodense Angelina Jolie.

"¡Esta es nuestra Angelina Jolie! ¿qué nos importa la otra si tenemos a la  nuestra!", vociferaron vigilantes haitianos en la sede de Naciones Unidas.

"El verdadero homenaje a nuestros muertos es reconstruir mejor este país:  un nuevo Haití sobre bases ecológicas, políticas de justicia social y terminar  con la exclusión que dejó más desnuda que nunca la catástrofe", señaló Antonin,  a días de terminar el documental sobre ese 12 de enero y sus secuelas.

Cerca de la oficina de Antonin, en uno de los tantos puestos de copias de  DVD en Puerto Príncipe, Ogdon Samuel muestra orgulloso a uno de los vendedores  que tiene "todas las nominadas a los Oscar".

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