Combate a la miseria, eje de la presidenta brasileña

Rousseff gobernará con 40% del equipo de Lula

BRASILIA, BRASIL (02/ENE/2011).- En su primer discurso como presidenta de Brasil, Dilma Rousseff recordó a su antecesor y amigo, Luiz Inácio Lula da Silva, que durante su Gobierno “hubo una importante movilidad social”, aunque después reconoció: “Aún existe una pobreza que avergüenza a nuestro país”, por lo que se comprometió a erradicarla.

“No voy a descansar mientras haya brasileños sin alimentos en su mesa, y niños pobres abandonados a su propia suerte”, dijo la primera mujer presidenta en la historia del país.

Rousseff hereda de Lula un país en expansión económica y con 29 millones de pobres menos que en 2003, cuando había 50 millones de personas que padecían este flagelo, de acuerdo con cifras oficiales.

Dilma afirmó que Brasil vive “uno de los mejores momentos de la vida nacional, millones de empleos están siendo creados (...) reducimos nuestra histórica deuda social y rescatamos a millones de brasileños de la tragedia de la miseria”, pero aclaró que es preciso querer más.

A la ceremonia de investidura acudieron 11 presidentes y otros altos funcionarios, como el Príncipe de Asturias y la secretaria de Estado  estadounidense, Hillary Clinton.

Por México acudió el subsecretario para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Rubén Beltrán Guerrero, quien invitó a Rousseff a visitar el país en el transcurso del año.