WASHINGTON.- El papa Benedicto XVI dedicó el jueves varios pasajes de su homilía a los hispanos en Estados Unidos, a quienes agradeció "la vitalidad" de su "testimonio de fe" en una visita en la que también abogó por "una política de inmigración coordinada" con América Latina.La primera misa de la visita papal comenzó a las 10 horas locales tras la llegada del pontífice a bordo de su "papamóvil" al Estadio del equipo de béisbol de los Nacionales de Washington, y tuvo su primera lectura de un pasaje de la Biblia en español.El propio pontífice se dirigió luego a la comunidad hispana norteamericana, para "saludarles" con algunas expresiones cristianas: "Paz a ustedes", empezó diciendo Benedicto XVI en castellano."La Iglesia en los Estados Unidos, acogiendo en su seno a tantos de sus hijos emigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española", dijo el Papa."La Iglesia espera mucho de ustedes. No la defrauden en su donación generosa", añadió el pontífice.La población católica en Estados Unidos, actualmente un 24% del total de poco más de 300 millones que vive en el país, crece fundamentalmente gracias a la progresión de la minoría hispana, que abraza en su mayoría ese credo y que ya constituye una comunidad de 42 millones de personas.El miércoles, durante una reunión en la Casa Blanca, el pontífice y el presidente estadounidense George W. Bush abogaron por "una política de inmigración coordinada" con América Latina, según el texto de una declaración conjunta."El Santo Padre y el Presidente también hablaron de la situación en América Latina, en alusión a los inmigrantes, entre otros temas, y de la necesidad de una política coordinada sobre inmigración, especialmente su trato humano y el bienestar de sus familiares", señaló la declaración.El gobierno de Bush no logró obtener del Congreso, por oposición del ala más radical del oficialismo republicano, una reforma migratoria que solucionara la situación de 12 millones de inmigrantes ilegales que se estima residen en el país.Ya en el avión que lo trasladó desde Roma para su primera visita al país del norte, Benedicto XVI había señalado que es necesario "hacer todo lo posible contra la precariedad y todas las violencias para que los inmigrantes puedan tener acceso a una vida digna".Según el Papa, la primera economía del mundo debe "ayudar a los países de los cuales las personas emigran a desarrollarse". La Iglesia apoyó fuertemente a los inmigrantes en Estados Unidos, principalmente durante las multitudinarias marchas de hace dos años a favor de la regularización de los indocumentados, que solían iniciarse con una ceremonia en la que participaban representantes de diferentes iglesias y religiones.Incluso algunos centros religiosos a lo largo del país se convirtieron en improvisados refugios para inmigrantes que buscaban evitar la deportación.En los últimos años, bajo la presión del sector republicano más radical, el Gobierno estadounidense ha adoptado una política de redadas y deportaciones de inmigrantes ilegales.En la calle de ingreso al estadio del equipo de béisbol de los Nacionales de Washington, muchas familias de hispanos recordaron que la comunidad latina es parte fundamental de la Iglesia Católica en Estados Unidos.Peregrina Dávalos, de 61 años, y su hermano Juan, de 56, ambos originarios de Arequipa, Perú, y residentes en Estados Unidos desde hace 22 años, se mostraron esperanzados de que la visita del Papa ejerza alguna influencia para promover una reforma de las leyes de inmigración.El Papa "influye", estimó Peregrina en declaraciones a la AFP. "Por lo menos que haya esa reforma de inmigración para todos los inmigrantes", expresó.Después de Washington, Benedicto XVI visitará Nueva York, en donde también tiene previsto realizar una misa. AFP 17-04-08 IJALH