Sábado, 20 de Abril 2024
Internacional | La Unión Americana de Libertades civiles asegura que su lucha es genuina

Alza de la ultraderecha desafía límites a libertad de expresión

La organización señala que incluso los discursos de odio merecen protección de la Primera Enmienda

Por: EL INFORMADOR

La intención de derribar una estatua de un confederado originó el caos en Charlottesville. AP /

La intención de derribar una estatua de un confederado originó el caos en Charlottesville. AP /

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (21/AGO/2017).- El auge de los movimientos de extrema derecha en Estados Unidos (EU), con el reciente episodio de violencia racista en Charlottesville, ha puesto a la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) ante un complejo dilema por su tradicional defensa de la libertad expresión sin atender ideologías.

“Si los blancos supremacistas marchan en nuestras ciudades armados hasta los dientes y con la intención de hacer daño, no están llevando a cabo una actividad protegida por la Constitución de Estados Unidos”, explicó la ACLU en California.

A juicio de la filial estatal del grupo, considerado un bastión de la izquierda progresista en EU, “la Primera Enmienda (que protege la libertad de expresión) no debería usarse como escudo o espada para justificar la violencia”.

El comunicado se emitió varios días después de la manifestación racista de Charlottesville en la que hace una semana se produjeron violentos altercados, y donde una mujer de 32 años, Heather Heyer, que protestaba contra la marcha racista, falleció al ser arrollada por un asistente neonazi.

No es la primera vez que la ACLU encara este problema: en 1934 señaló que protegería la libertad de expresión de los nazis en EU en pleno ascenso del régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler en Alemania.

Posteriormente, en 1978, el grupo defendió ante los tribunales que la Primera Enmienda amparaba a un grupo de neonazis que quería desfilar por las calles de Chicago con esvásticas y demás simbología nazi en un barrio de judíos, y en las últimas décadas ha defendido en diferentes ocasiones al Ku Klux Klan.

Precisamente, durante la convocatoria de la marcha de Charlottesville bajo el título de “Unir a la derecha”, y que tenía el objetivo de respaldar la permanencia de la estatua del general confederado Robert Lee en una plaza de la ciudad, la ACLU se puso del lado de los racistas supremacistas al considerar que no se les podía coartar su derecho a la libertad de expresión.

Sin embargo, el trágico giro de los acontecimientos, con violentos enfrentamientos entre supremacistas y antirracistas, y el atropello mortal de opositores en el que además de la fallecida, una veintena más resultaron heridos, pueden haber marcado un punto de inflexión en los 97 años de historia del ACLU.

“Lo sucedido en Charlottesville requiere un examen más agudo”, dijo el pasado jueves Anthony Romero, director ejecutivo del organismo, tras la emisión del comunicado de la filial californiana.

Añadió que siempre y cuando no existan amenazas violentas: “Creemos que incluso los discursos de odio detestable, con los que estamos en vehemente desacuerdo, merece la protección de la Primera Enmienda”.

EFE

LA CIFRA

700 monumentos hay en EU en honor al bando confederado de la guerra civil (1861-1865), formado por estados secesionistas favorables a la esclavitud.

OLA DE PROTESTAS NEONAZIS

Detienen a 39 manifestantes

La Policía en Berlín detuvo a 39 personas en relación con una marcha convocada por simpatizantes de la extrema derecha por los 30 años del deceso del militar nazi Rudolf Hess. Más de 500 neonazis trataron de marchar el sábado hasta Spandau, pero grupos de izquierda y los mismos habitantes lo impidieron. La policía dijo que 35 de los detenidos participaron en la marcha neonazi y los otros cuatro participaban en la contramanifestación.

La unión cuadruplica miembros

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Tras la victoria electoral de Donald Trump, el número de miembros de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) casi se ha cuadruplicado hasta los 1.6 millones y el grupo defensor de los derechos ciudadanos ha recibido más de 83 millones de dólares en donaciones.

Este grupo fue también el que llevó a los tribunales el veto musulmán de Trump, y logró el bloqueo temporal de esa norma, aunque después el Tribunal Supremo validó parcialmente la propuesta del mandatario mientras los altos magistrados estudian a fondo el asunto y pronuncian un fallo definitivo sobre el tema.

En defensa de los símbolos

Cuando anunció su candidatura en 2015, Donald Trump apoyó retirar a museos las banderas confederadas, pero ahora como presidente ha encontrado en la defensa de esa simbología un refugio a la tormenta de críticas por su respuesta a la violencia en Charlottesville.

El debate sobre si esa simbología es patrimonio o racismo resurgió con fuerza la semana pasada después de que el pasado sábado 12 acabara en tragedia una concentración supremacista blanca convocada contra la retirada de la estatua del general confederado Robert E. Lee en Charlottesville (Virginia).

Tras horas de exhibición de símbolos fascistas, un manifestante neonazi arrolló con su vehículo una contramarcha antirracista, matando a una joven e hiriendo a 19 personas.

El país esperaba una condena inequívoca de su presidente a los grupos supremacistas, pero lo que dijo Trump es que había “violencia y odio”  (ese día ni siquiera habló de racismo) en “muchos lados”.

Cada vez que aborda el tema, lejos de salir a flote con una declaración políticamente correcta y en favor de los derechos humanos, Trump ha vuelto a dudar en condenar los actos de los supremacistas y en lugar de ello regresa a la importancia de defender la simbología confederada, con comparaciones entre los padres fundadores y los generales que lucharon por conservar la esclavitud.

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