Sharon Zundel supera sus obstáculos

CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando tenía unos seis años, Sharon Zundel era atacada por sus compañeros del colegio judío al llevar un sandwich con jamón, alimento prohibido para algunos de ellos. Luego, al cambiarse a una escuela católica, los niños le decían que su raza había matado a Jesucristo. “¡Había un maltrato y yo, en una u otra escuela, no entendía por qué pasaba eso! ¿Qué puede saber una niña de esa edad?”, recuerda la actriz.

Así fueron sus primeros años de vida. Cargaba con culpas religiosas sin saber la razón. Así que con el paso del tiempo, parecería obvio que buscara respuestas más allá de su mamá judía y su padre católico, quienes se divorciaron cuando ella era pequeña.

Ya en su juventud le entró su etapa hippie. Subió 10 kilos de peso y se dijo a sí misma que la mujer jamás debía ser vista como un cuerpo. “Caí en el extremo”, considera años después. Ahora, Sharon está viviendo una etapa distinta. Es de los rostros más utilizados en el cine nacional.

El año pasado se le vio como una prima sexy en Morirse está en hebreo y desde la semana anterior como una mujer enamorada con castillos en el aire, en Enemigos íntimos. Actualmente se encuentra en posproducción el largometraje Erótica donde, junto con Bruno Bichir, encarna un matrimonio con deseos de experimentar en el ámbito sexual. “No me creo la más sexy o erótica, por el contrario, los papeles, los personajes, me han ido llegando así”.

Esta condición fue lo que motivó su ingreso a la obra Espina y Flor a la que se incorporó como suplente de Maya Zapata, y en la que interpreta a una mujer que asume sin falsos pudores una relación lésbica en la que el amor es el único valor moral, aunque al final descubre que el género es un asunto menor.

“Enemigos íntimos” no es una comedia, sino una historia fuerte donde el cáncer está presente, ¿cuál es tu papel?
“Yo hago a Elena, una asistente que está enamorada de su jefe. Está al pendiente de su vida laboral y personal, todo sabe de él aunque esté casado. Los enemigos de mi personaje son las ilusiones, el empezar a imaginarse una relación sentimental con él que no va a pasar”.

¿Por qué luego de ese papel, decidiste hacer “Erótica”?
“Mucho influyó el decirme que no volvería a tener tal edad ni un cuerpo como en ese momento. Ahora en la película que acabo de hacer (No eres tú, soy yo, con Eugenio Derbez) ya soy mamá”.

¿Cómo percibes esos cambios radicales?
“Pues llega un momento en que aunque no lo parezcas, sin importar cómo te veas, al momento de decir tu edad alguien te dice que ya estás en la etapa de ser mamá en cine (risas). Por ejemplo para Enemigos íntimos me hubiera gustado ser la chica rebelde (interpretada por Ximena Sariñana) y no porque no me guste el mío, sino porque es muy rico, muy intenso, pero no se podía”.