Planea Antonio Banderas su gran golpe

ESTADOS UNIDOS.- Es un ladrón, sin lugar a dudas. Le robó el corazón a Melanie Griffith y a Hollywood también. En contraste sabe bien lo que es la disciplina. Hijo de padre policía y madre maestra, el malagueño ha sabido guiar bien sus pasos en la Meca del Cine. Su astucia lo ha colocado como el actor hispano que abrió la puerta a otros más que ahora son considerados como algunos de los más influyentes de la industria; sin embargo, son sus “manos de seda” las que lo traen a la cartelera mexicana con el estreno de la cinta Juego de ladrones (The Code), en la que hace mancuerna con el experimentado Morgan Freeman.

Fue un golpe del destino lo que hizo a Gabriel Martin ( Banderas) entrar a este juego peligroso donde costosas piezas de arte incrustadas con joyas son el objetivo; pero la visión fría y calculadora de Keith Ripley (Freeman) hará que este joven ladrón entre a las grandes ligas, pues están por asaltar la bodega de alta seguridad de un negociador de diamantes que tiene en su poder los últimos tres Huevos Fabergé, que nunca han sido expuestos, y con ello Ripley podría saldar una cuenta pendiente con su antiguo socio Nicky Petrovitch, ya que cada uno tiene un valor de 20 millones de dólares.

Al aceptar este papel, Banderas se dio la oportunidad de integrarse a una cinta donde la acción, pero más aún la estrategia, es la protagonista. “El plan es robar un objeto muy preciado, y durante casi toda la película vemos a los ladrones preparándose para dar el golpe. Pero hay un tema subyacente: entre los dos socios hay asuntos pendientes, unos asuntos que tienen que ver con las mentiras, las relaciones humanas y sobre descubrir qué es verdad y qué es mentira”, comenta el actor español sobre su personaje.

Cada vez mejor

No sólo la adrenalina es el ingrediente principal en la mancuerna de Banderas y Freeman, también el amor y la pasión se ponen en juego, y será la actriz Radha Mitchell, quien interpreta a Alex, la manzana de la discordia en esta relación laboral.

Involucrarse emocionalmene con Alex representaría para Gabriel quebrantar el código entre los ladrones y el gran paso que están por dar, sin mencionar que esa relación los lleva a una pasión sin frenos en la que, para deleite de las mujeres, se verá a Banderas en íntimas escenas.

Pese a que los desnudos no son nuevos en su carrera, el actor confiesa que no es nada fácil. “Es siempre un poco raro cuando te metes en la cama con una mujer en una película. Se hace complicado, porque tienes como a 50 personas alrededor y es una situación incómoda”.

Pese a todo sale bien librado y demuestra su experiencia en este tipo de tomas, ya que no sólo es un buen actor que sabe sacar partido a su trabajo, sino que actúa conociendo la perspectiva de ser también un realizador. “La película quiere divertir al público. Es una cinta entretenida que se centra en la buena química que existe entre dos grandes intérpretes. Si bien aparecen ciertos elementos románticos, en el fondo es pura diversión”, resume el productor Avi Lerner.

No es otra película de ladrones

Banderas define el filme Juego de ladrones como un regreso a las películas de género de los años sesenta y setenta, que mezcla lo clásico del cine europeo -se rodó gran parte del filme en Bulgaria- pero con las variantes que demanda el cine de hoy. “El género se ha dividido en muchas variantes, pero ésta es una película clásica que recupera el clasicismo, incluso en películas de toque europeo. Creo que esta cinta aporta aire fresco a lo que se está haciendo ahora, no está basada en tecnología y tampoco es totalmente de acción, se basa en los personajes y las relaciones, y eso la hace muy atractiva para los actores”.

El actor malagueño recupera para finalizar, que es una película que enlaza a sus personajes en un juego de mentiras. “Pero entre tanta mentira hay verdades que hay que rescatar”, y esas verdades hacen que la experiencia de Freeman y el carisma de Banderas armen una mancuerna explosiva.