Pedro Almodóvar, con muchas historias por contar

MADRID, ESPAÑA (30/AGO/2011).- Pedro Almodóvar vuelve a mostrarse ante el espectador con su reciente película, La piel que habito, la número 18 en su carrera y en la que, atravesadas por el código del terror, emergen temas como el deseo o el dolor maternal.

Y es que en el filme, que se estrenará el 2 de septiembre en toda España tras pasar por el Festival de Cannes y los mercados francés y británico, el dolor de la pérdida de un hijo vuelve a ser, como en Todo sobre mi madre, uno de los detonantes del tapiz emocional tejido por el manchego.

Esta vez, en cambio, todo se filtra por la mente del psicópata que interpreta Antonio Banderas, el doctor Robert Legdard, que pierde a su hija y también a su mujer.

“Su lectura de la realidad no tiene nada que ver con la de los demás, y lo hace llegar a unos límites de crueldad enormes, porque algo que define al psicópata es que algo falla en su cerebro no es capaz de ponerse en el lugar del otro, ni idea del dolor que puede causar”, resume Almodóvar.

En ese perverso universo que gira alrededor del quirófano en el que Antonio Banderas anestesia, disecciona y sutura una venganza, Almodóvar también embauca a Elena Anaya, Marisa Paredes, Blanca Suárez y Jan Cornet, quienes lo acompañaron en Madrid para presentar esta pieza de su filmografía.

Almodóvar va destapando la cinta paulatinamente, a ritmo de suspenso, para que el espectador sea capaz de procesarlo en su totalidad. “El género negro, el thriller o el terror psicológico, me apasionan como espectador. Agradezco una película de Michael Haneke, que me hace salir desasosegado. El cine cada vez provoca menos ese tipo de sensaciones”.

A la defensa de la identidad
La bioética es ahora el campo minado por el que transita su discurso estético, considerado por algunos como provocador. “Es maravilloso que la ciencia esté avanzando a pasos agigantados, pero hay un montón de problemas morales que conlleva el propio progreso”.

Su batalla del arte contra la ciencia tiene un claro vencedor: “Hay algo intangible e inaccesible que es la identidad. Con sus defectos y todo, es lo que le distingue (al personaje de Elena Anaya) del resto de la humanidad. Es inabordable. Por mucho que la sometan a cambios no deseados, hay una parte de ese personaje que sigue siendo el mismo”.

Y él mismo reconoce que en los rodajes se siente como el dios de su universo. “Ser director de cine te da un enorme poder. Es una de las profesiones que más poder te da, que más excusas te da para ejercerlo abusando sin tener que dar explicaciones. Pero yo trato a la gente con respeto”.

Pero el dios trabaja ahora en solitario en la escritura de nuevas criaturas, una de las cuales hablará inglés, idioma del que siempre rehuyó, pero que ahora aborda porque “ha pasado lo natural en este caso. Yo generé el proyecto. No es algo que me hayan encargado ni nadie lo ha propuesto. Los personajes son americanos y tienen que hablar inglés. Pero nace de mí, será un proyecto europeo, producido por El Deseo”.

El cineasta trabaja en la adaptación de Decidme cómo es un árbol, de Marcos Ana, y afirma que “tengo todavía muchas historias pendientes por contar”.

Pase directo al AFI 2011
Comparte sus películas favoritas
El Instituto del Cine de Estados Unidos (AFI, por sus siglas en inglés) celebrará la edición 25 de su festival fílmico del 3 al 10 de noviembre en el teatro Chino y Egipcio de Hollywood y contará con Pedro Almodóvar como invitado especial.

El realizador manchego ofrecerá una charla de su película La ley del deseo de 1986, para conmemorar el 25 aniversario del filme y a su compañía productora El Deseo. Almodóvar también tendrá un programa paralelo con las películas que han inspirado su trabajo.

A destiempo
Añora una familia
“Me hubiera gustado tener hijos”, confiesa en una entrevista durante la presentación de la cinta. “De joven no tenía ese interés o esa necesidad animal de ser padre, pero a partir de los 42 años sí que me pasó por la cabeza muchas veces y ahora echo de menos no tener una familia. Pero familia como unidad emocional, de cuidado y amor. Si todos los avances actuales me hubieran llegado con 15 años menos, es muy probable que hubiera tenido hijos”.

''Ser director de cine te da un enorme poder. (...) Pero trato a la gente con respeto'', Pedro Almodóvar, cineasta.