Mujeres al rescate de la buena música

MADRID, ESPAÑA (25/NOV/2013).- En el universo masculino, muchos han soñado con bailar junto a las Supremes, ser el guitarrista de Beach House o tocar las palmas con Las Grecas. Son sueños, más o menos, inocentes de admiradores del  poder de la mujer en el mundo de la música.

El periodista musical Toni Castarnado también es un entusiasta de esta clave musical femenina. Por ello, acaba de publicar "Mujeres y Música" ( 66 rpm Ediciones), una guía que incluye 144 grupos de todos los estilos, donde la mujer es un componente esencial del sonido de las bandas.

Castarnado, que ya publicó hace dos años "Mujer y música", un volumen que analizaba la trayectoria de 144 mujeres solistas, ha querido esta vez hacer justicia y ha reivindicado el papel esencial del género femenino en grupos como The B-52s, The Shirelles o Fleetwood Mac.

"Era necesario tener este nuevo título como complemento al otro, sino hubiese quedado cojo. Mucha gente me preguntó por Blondie o Pretenders y era necesario darles la importancia que tienen", destaca el autor.

En este nuevo libro, "que funciona bien de forma individual", la selección de artistas es más variopinta y en él se recorren sin complejos estilos como el flamenco -Lole y Manuel-, el r&b más comercial -Destiny's Child- o el pop más azucarado - Spice Girls-.

Ordenado de forma alfabética, el libro, que encabeza ABBA, cuenta la historia de cada artista y destaca un álbum por cada formación que aparece.

Así nos enteramos de que, por ejemplo, la popular canción "Dancing in the Street", de Martha and The Vandellas, fue un himno político contra la segregación racial en Estados Unidos. O nos sorprendemos con la historia de Teresa González al frente de la banda prepunk catalana Desechables. Por no hablar del caso oculto de las baterías femeninas.

"Quería dar importancia a muchas mujeres anónimas pero con un peso específico dentro de bandas, que tocan la batería, hacen coros y escriben canciones. Casos como los de Low, Yo la Tengo o Maureen Tucker de The Velvet Underground; o también, muy llamativos como el de Linda Pittman, mujer muy requerida y respetada", comenta Toni.

En el ámbito hispano, "Mujeres y Música" abre la paleta sonora a América Latina e incluye a artistas como los colombianos Aterciopelados, los brasileños Ana& Jorge o los chilenos Los Ex con una vocalista Colombina Parra cuya canción "Me has pegado", denuncia, un día como hoy, la lacra de la violencia machista.

Tampoco escapa al análisis un repaso a los grupos que protagonizaron el movimiento musical feminista Riot Grrrl en los noventa.

"Hicieron mucho ruido, eran muy underground, hacían fanzines y tocaban allí dónde les dejaban. En sus conciertos pedían que las chicas ocuparan las primeras filas. Luego hubo bandas como Sleater-Kinney que trascendieron a otro nivel y mujeres como Kim Gordon de Sonic Youth que apoyaron también esa escena. Fue una época de mucha rabia en la música", relata Toni.

Frente a aquel espíritu, en la actualidad, el denominado porno-pop invade las listas de éxito. Estrellas femeninas como Miley Cyrus, Rihanna y Lady Gaga acumulan millones de visitas en sus vídeos colgados en Youtube donde, al margen de la música, se las ve muy ligeras de ropa y en actitud más que provocativa.

Para Castarnado, este tipo de artistas son un producto más de "márketing". "He visto en directo a Rihanna y a Lady Gaga y, en sus espectáculos, intervienen más factores además de lo que es el talento puro. Pero todo suma".

No deja de ser, en cualquier caso, un producto de moda que también se está dando en el nuevo soul o en la explosión del jazz vocal "donde hay más chicas que chicos y es más fácil vender a una artista con una poderosa sensualidad sin ir ligera de ropa".

Como señala "Mujeres y Música", las experiencias femeninas que triunfan son inagotables. Desde el desparpajo de Alaska en "Deseo Carnal" hasta la sensibilidad de Berth Gibbons de Portishead, o desde el descaro de Courtney Love a la placidez de Vainica Doble, cualquier modelo es válido siempre y cuando cautive al oyente.

Se trata, como dice la cantante Christina Rosenvinge, en el prólogo del libro, de tomar un derecho que está ahí y evitar la enorme presión social por hacer "lo que conviene". "Desde dentro puedo decir que ser la chica en la banda tiene una ventaja fundamental, que nadie te hace sentir "la chica", concluye rotunda.