Mira Sorvino, en lucha contra la trata de personas

CIUDAD DE MÉXICO.- La actriz estadounidense Mira Sorvino abanderó en México el lanzamiento mundial de la campaña Corazón Azul de la ONU contra la trata de personas, y dijo confiar en la voluntad política del presidente Felipe Calderón para erradicar esta lacra. “Es un gran paso que México haya sido el primer país en adoptar el corazón azul contra la trata de personas”, apuntó en un encuentro con medios.

Sorvino ganó el premio Oscar a la Mejor actriz secundaria en 1996 por Poderosa Afrodita, un filme de Woody Allen en el que encarnaba a una prostituta. Desde febrero de 2009 es embajadora de buena voluntad de la ONU contra la trata, delito del que se ocupa la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés).

Se reconoció así su activismo y la divulgación del problema que hizo a través de la serie de televisión Tráfico humano, que protagonizó en 2005.

Su visita a nuestro país estuvo compuesta por momentos solemnes y otros de mucha emoción, uno de ellos, cuando Sorvino conoció las historias de varias mujeres que han sido víctimas de la trata.

Fuerte experiencia
La actriz relató impactada su visita el viernes a un refugio para mujeres que han conseguido escapar de traficantes de personas. “La mayoría eran adolescentes; la más joven tenía ocho años. Demostraban mucha esperanza, al mirarlas nadie diría lo que han pasado, aunque fijándose se podían ver las cicatrices en su mirada”.
La campaña de Naciones Unidas pretende que, al igual que el lazo rojo es ya un símbolo relacionado con el Sida, el corazón azul lo sea contra la trata.

Se busca alertar sobre la explotación sexual de mujeres y niñas (el 79% de las víctimas sufren este destino) y otras formas de trata como el trabajo forzado y el tráfico de órganos.

Éste es el tercer negocio ilegal más lucrativo para el crimen organizado, tras el tráfico de drogas y el de armas, según Naciones Unidas. Sorvino consideró positivo el que México haya formulado una sentencia condenatoria por este delito al menos, tipificado en las leyes federales desde 2007.

No obstante, consideró que las legislaciones de los diversos estados mexicanos difieren mucho a la hora de castigarlo, por lo que llamó a establecer regulaciones más férreas.

Esta mañana, estuvo en un acto oficial del presidente Calderón en el que éste, precisamente, consideró “fundamental” que “los Congresos de los Estados sigan trabajando en sus legislaciones para prevenir y combatir eficazmente este delito”.
La actriz apuntó a que un problema adicional al que se enfrentan las víctimas de tráfico humano en todo el mundo es que “se les trata como delincuentes, se cree que se prostituyen porque quieren”.

Esta reivindicación coincide con la de muchas plataformas civiles mexicanas, que denuncian también la falta de infraestructuras para que las víctimas puedan reintegrarse a la sociedad.

Para Sorvino, lo importante de esta campaña es hacer que el mensaje llegue a la gente joven.
“(Los traficantes) usan el truco del príncipe azul, del romance a lo Romeo y Julieta, pero luego las muchachas descubren que han ido a parar al infierno”, explicó sobre una de las tácticas de los criminales, enamorar a sus víctimas para atraparlas en sus redes.

Mira al extranjero
México dio el primer paso, pero se espera que no sea el único en hacerlo. Por lo pronto, se pretende que el próximo país en dar el sí institucional al corazón azul sea España, este verano.

La actriz y activista prometió presionar en su país, Estados Unidos, para que se adhiera después.
De su nación tomó como ejemplo la prohibición de que los militares frecuenten prostitutas. En México, algunas ONG han advertido que la presencia de trata es mayor donde hay guarniciones militares.

Aunque no existen estadísticas oficiales, se estima que hay entre 20 mil y medio millón de víctimas de tráfico humano en México.