Martha Higareda, al natural

GUADALAJARA, JALISCO (12/JUN/2012).- La cita para hablar con Martha Higareda es por la tarde, en un concurrido restaurante. Y sí, hay que sacar cita para poder hablar con ella. Su agenda, repleta de proyectos, está acomodada de tal forma que apenas tiene tiempo libre para comer y descansar. “No me quejo, es parte del trabajo”, afirma con una sonrisa.

A la charla, la que llega dispuesta a hablar no es la estrella. Ni la glamourosa. Ni la que sale en el cine. Ni la de las novelas. Ni la de las portadas escandalosas. Martha Elba Higareda Cervantes se despoja de todo el halo de “figura pública” cuando comienza la entrevista, pero hay algo que no puede quitarse, aunque quiera: la fama.

“Yo me siento siempre muy agradecida con el público, y trato de darles parte de mi tiempo, ya sea en persona o en redes sociales”, anota la tabasqueña. Y es que más tardó en sentarse para comenzar la entrevista, que los comensales del restaurante en darse cuenta que estaban al lado de la estrella de ''Amar te duele'' y ''Niñas mal''. A su equipo de trabajo no le queda de otra más que organizar apresuradamente una fila para tomarse la foto, el autógrafo, el saludo, el abrazo o la felicitación. Martha saluda una y otra y otra vez. No deja de sonreír. Está viviendo el sueño.

Actualmente, la actriz se encuentra trabajando en el rodaje de ''Cásese quien pueda'' y promoviendo la película ''Mariachi gringo''. Trabajo no le falta, incluso en la pantalla chica, donde ya se anunció que tras ocho años de ausencia en el género de las telenovelas, volverá para protagonizar el melodrama ''A la luz del ángel'', para la empresa Televisa. Pero Higareda hace a un lado el aspecto profesional para hablar en esta entrevista. Por unos segundos emerge la real Martha Higareda.

—¿Tienes algún ritual de la suerte al momento de entrar a un escenario de rodaje o set de grabación?

—Uno de los rituales es que me persigno, pero eso lo hago en todos lados, antes de subirme al avión, antes de entrar a escena, cuando sea (risas). Eso siempre, siempre sucede y quien me conoce bien dirá que no estoy mintiendo.

Otra maña que tengo desde hace mucho es que me gusta tronarme los nudillos, así (y en el acto, Martha se truena los nudillos de la mano derecha). Duele pero te libera adrenalina (risas). Es un dolor muy pequeño, tampoco sufro (risas).

—Por motivos de trabajo, en una misma semana puedes estar en varias ciudades, e incluso en varios países. ¿Te gusta viajar, o preferirías pasar más tiempo en casa?

—Es curioso. Hay muchísima gente que me dice “ay, que padre, viajas muchísimo”, y sí, lo hago, y me encanta, pero a veces pienso “necesito aterrizar, quedarme un ratito en mi casa”.

—Entonces te consideras hogareña

—La cosa es que ya que estoy en mi casa me aburro (risas) y quiero viajar. Los actores vivimos constantemente con una maleta en la mano, a la espera de que suene el teléfono y salgas corriendo, quién sabe a qué lugar del mundo. No es una queja no descansar. Es una bendición. Aunque también me gustaría pasar más tiempo con mi familia.

—Además de la actuación, ¿existe algún otro interés artístico que tengas?

—A mi me gusta escribir, desde que estaba chica, y eso es una manera de generarme proyectos, que me ha funcionado. Pienso que es porque el artista siempre tiene inquietudes. Por ejemplo, hay actores a quienes les gusta la guitarra u otros instrumentos musicales y que lo pueden usar en algún momento para su trabajo como actor. En mi caso me encanta el guionismo.

—¿Qué cosas de “Martha Higareda”, la persona real, has podido plasmar en tus películas?

—''Te presento a Laura'' la escribí yo, y ''Cásese quién pueda'' la escribí también. Ambas son muy mías y reflejan el amor que tengo por hacer guiones. En el caso de ''Mariachi gringo'', yo aprendí desde muy chiquita a hacer tortillas a mano y a cocinar, porque si sé cocinar (risas), entonces podía hacer mis escenas de forma muy natural.

—Los artistas tienen que estar adquiriendo conocimientos muy diversos para los papeles que representan. ¿Qué es lo más extraño que tuviste que aprender para una proyecto?

—Lo más raro… hice una película que se llama ''Smoking Aces 2'' en Estados Unidos y tenía que aprender a correr. Bueno, correr es algo que todos sabemos hacer, pero yo tenía que hacerlo en unos tacones enormes, que en mi vida me había puesto algo de ese tamaño (risas), con una minifalda chiquita, con relleno en el busto para que me viera super voluptuosa (risas), el cabello despampanante, avanzando con un frío horrible y disparando dos pistolas al mismo tiempo. ¡Ah! y verme sexy mientras lo hacía (risas).

—No pareces tener mucho tiempo libre, entre rodajes, grabaciones, promociones, entrevistas y viajes. ¿En qué momento se detiene Martha Higareda?

—Mi hámster está dale que dale todo el tiempo (risas), pero tienes que tener un tiempo para que el hámster se acueste en la hamaca, porque yo soy de Tabasco y allá se usa hamaca, que suelte la chancla. Creo que hay que encontrar momentos para todo. No me siento cansada.

 
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