Maniquí, la belleza que vistió a Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (02/JUN/2016).- “Más que rostros bonitos, Guadalajara siempre se caracterizó por el profesionalismo de sus modelos”, así define Jorge Lupercio al legado de Maniquí, la primera escuela-agencia de modelaje de la ciudad que marcó el inicio de la industria de la moda en una metrópoli que, con los años, se convertiría en una de las ciudades centrales de la moda a nivel Latinoamérica.

De la mano de su hermano, el también ex modelo Óscar, la dupla Lupercio consagró una de las instituciones de modelaje profesional con la intención no sólo de dar a conocer rostros capaces de acaparar portadas y desfiles nacionales, sino de unificar a los profesionales de la moda en un sendero para impulsar y dar valor a los diversos factores que comprenden a la industria, desde modelos, diseñadores, maquilladores, peinadores, fotógrafos y vestuaristas.

Gracias a esta visión, Jorge y Óscar serán reconocidos, junto a la ex modelo Sally Rangel, por el Consejo Académico de la Moda del Estado de Jalisco el próximo 3 de junio en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ), al destacar no sólo su labor como fundadores de una institución educativa de renombre nacional, sino por el impulso económico, social y cultural que Maniquí despertó en la ciudad al proponer pasarelas poco comunes que unificaron a los tapatíos de la década de los años 80.

Previo a la creación de Maniquí, tanto Sally, Óscar y Jorge destacaban por separado en pasarelas nacionales que iban desde Nueva York, Brasil, Italia y Ciudad de México, sin imaginar que en Guadalajara encontrarían un mercado poco explorado en la moda en sus formatos de desfiles y modelos de negocio junto a diseñadores de alta costura y firmas locales y nacionales.

“Fuimos la primera agencia-escuela de modelos institucionalizada en Jalisco, había escuelas de baile y edecanes, pero no era profesional, no había algo similar. En enero de 1987 decidimos abrir Maniquí a un nivel serio”, expresa Sally Rangel, ex modelo que logró consagrarse como el rostro de Guadalajara en desfiles memorables como los efectuados en espacios públicos por almacenes Chalita.

“Nosotros ya teníamos 10 años como modelos profesionales, al surgir la oportunidad de crear Maniquí, se sumaron mi hermano Federico y mi primo Gustavo para buscar a más personas y capacitarlas en este medio. Empezamos a hacerlo por placer, hacíamos ensayos en nuestra propio domicilio, era algo muy casero”.

Los primeros pasos

A la par que Maniquí aumentaba su participación en desfiles memorables, como la extinta Muestra de Alta Moda en Los Arcos de Guadalajara, la agencia también formaba parte de la modernización de la ciudad con la apertura de los primeros centros comerciales como Plaza Las Torres, Plaza del Sol y Plaza Patria, así como discotecas en los que las pasarelas se integraban por números artísticos  y performance como lo fue el concepto de “Maniquíes vivientes”.

“Maniquíes vivientes fue todo un hito en la ciudad. Se cerraban las calles cerca de los portales del centro, se desviaba el tránsito por la cantidad de personas que acudían a las pasarelas. Los modelos estaban en el aparador como maniquís, sin moverse”, explica Jorge Lupercio.

“Más allá del físico, nuestros modelos tenían preparación, tenían el trato adecuado con las marcas. En los cursos se les daba la educación para saber dirigirse con todos los involucrados en la industria. Nuestra idea era profesionalizar esta vocación”, finalizó Jorge Lupercio.