Les Luthiers da terapia y diagnóstico en el escenario

CIUDAD DE MÉXICO (21/ABR/2012).- En el diván del doctor Morones (Marcos Mundstock) el agobiado Ramírez (Daniel Rabinovich) no puede más y decide atenderse de su mal, el autor y músico Metropiero.

La Lutherapia comenzó y durante dos horas paciente y psiquiatra protagonizan un toma y daca de ironía, música y humor que provocó la risa colectiva de los 8 mil asistentes a su primera presentación en el Auditorio Nacional.

La primera sesión refirió al capítulo de "El cruzado, el arcángel y la harpía", un segmento donde el valiente caballero Kristoff (Carlos López Puccio) combatirá a Saladino, hasta encontrar la harpía, cuyas bajas pasiones no son nada comparadas con la perversión de los cruzados que irán a visitarle. Ante la errada misión, un arcángel desciende para decirle que Dios lo enviará a otro encargo, al otro lado del Océano. "Me perderé entre las aguas", dice el cruzado. "No lo harás porque llevarás el Gran Poder Supremo, o sea un GPS".

Las carcajadas, cada vez más sonoras, se mezclan con los aplausos, euforia que da paso a la primera de las intervenciones musicales a cargo de Carlos Núñez y Jorge Maronna, el primero al piano y el otro con Bolarmonio, ambos hacen una sinfonía que termina en ovación.

Las sesiones continúan por momentos el genio del quinteto argentino cede ante chistes insípidos, pero de inmediato corrigen con alguna ocurrencia, siempre parafraseando y mofándose de los términos y diagnósticos psiquiátricos.

El paciente cada más está más desconcertado y el médico se contagia del mal. No encuentran respuesta al paso de los números "Pasión Bucólica", "Las bodas del rey Polipo", "El flautista y las ratas", hasta llegar a "Dilema de amor" y la cumbia epistemológica.

El ecléctico número retoma a pensadores y teorías del conocimiento, con términos propios de la disciplina, todos en una composición envuelta por la rítmica del género colombiano, que narra la historia entre dos jóvenes en una disco de algún barrio argentino o de cualquier lugar.

"Aria Agraria" y "El Día final" marcaron el cierre del espectáculo, con una apocalíptica representación del nacimiento del anticristo, algo que los monjes de la orden de Nostradamus quiere evitar.

"¿Está grávida la mujer?", pregunta el enviado de El Vaticano. "No lo sé, pero flota", responde el monje. "¡Ah! Entonces si flota está ingrávida", responde ante la risa del público receptivo al sketche.
"Estoy curado, seré campeón mundial de epistemología", resume Ramírez.

La Lutherapia continuará este fin de semana en el Auditorio Nacional con Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich, Carlos López Puccio, Carlos Núñez y Jorge Maronna.