Jueves, 24 de Abril 2025
Entretenimiento | Las sonatas para piano de Beethoven fueron compuestas entre 1793 y 1822

Las 32 sonatas para piano de Ludwig Van Beethoven

El genio de Bonn fue heredero en sus sonatas de los ilustres exponentes que había tenido esta forma musical anteriormente: Franz Joseph Haydn y Wolfang Amadeus Mozart.

Por: EL INFORMADOR

Por: Eduardo Escoto

GUADALAJARA.- La Fundación J. Álvarez del Castillo es la sede elegida para que, dentro del marco del XI Festival Cultural de Mayo, el joven pianista italiano Christian Leotta interprete, en una serie de ocho recitales, las 32 sonatas para piano de Ludwig van Beethoven.

Leotta, a sus 27 años, ha sido objeto de múltiples reconocimientos, entre los que destaca la prestigiosa Medalla del Presidente que le otorgara en el año 2004 Carlo Azeglio Ciampi, el entonces presidente de la República Italiana, por sus méritos artísticos, mismos que lo han llevado en su papel de solista por más de 30 países de los cinco continentes.

Cuando apenas contaba con 22 años, el pianista italiano presentó en Montreal por primera vez una serie de recitales que incluían de forma integral las sonatas de Beethoven, autor por el que muestra predilección y una gran admiración, aparte de considerarlo como el compositor más completo. Asimismo, sus participaciones con diferentes orquestas, como la Wiener Kammerorchester, la Münchner Philharmoniker o la Orchestra Nazionale Sinfonica della RAI, le han valido numerosos elogios por parte de la crítica y el público.

La creación con inteligencia y sensibilidad

Las sonatas para piano de Beethoven fueron compuestas entre 1793 y 1822, un periodo de casi 30 años en el que tiene lugar una serie de convulsos eventos históricos y artísticos sin precedentes en las culturas occidentales: la Revolución Francesa, el imperialismo napoleónico, la Restauración, el inicio de los movimientos de independencia en las colonias americanas, la aparición de pensadores como Voltaire y Kant, el humanismo, las nuevas corrientes políticas y los avances tecnológicos. El papel del músico y del artista mismo está cambiando en este lapso de tiempo. Ya no es el criado especializado al servicio de la corte o de la Iglesia, se independiza y decide el rumbo de su actividad creadora. Las sonatas de Beethoven pueden ser consideradas un valioso testimonio de esta agitada época.

El genio de Bonn fue heredero en sus sonatas de los ilustres exponentes que había tenido esta forma musical anteriormente: Franz Joseph Haydn y Wolfang Amadeus Mozart, herencia que enriqueció imprimiendo a ésta novedosos rumbos, producto de su particular inspiración y visión artística que lo llevó a derribar esquemas preestablecidos y a crear así nuevas dimensiones musicales. El empleo en sus sonatas de fugas y variaciones, las innovaciones en la estructura misma de la forma y la revolucionaria técnica pianística impresa en ellas, le llevan a romper con los cánones propios del siglo XVIII y a enriquecer la escritura para piano en general, preparando el camino al periodo romántico y a posteriores evoluciones del arte musical.

Sus 32 sonatas (que en realidad son 29 más tres sonatinas) conforman un extenso ciclo a través del cual se puede observar la evolución misma del género clásico, que de la mano de Beethoven va adquiriendo una nueva profundidad intelectual y sirve más a la fantasía y a la intensidad creativa del compositor.

De hecho, la serie suele dividirse en tres grupos que responden a los estilos recorridos por el compositor alemán. El primero contiene 11 trabajos contenidos en los Opus 2, 7, 10, 13, 14, 22 y las dos sonatinas Opus 49, cuya composición abarca de los años 1795 a 1800. El segundo grupo está integrado por las 13 sonatas comprendidas en los Opus 26, 27, 28, 31, 53, 54, 57, 78, 81, 90 y la sonatina Opus 79 realizadas entre 1801 y 1814. Por último, el tercer grupo lo conforman cinco sonatas: las Opus 101, 106, 109, 110 y 111, compuestas entre 1816 y 1822.

Se suelen señalar como las composiciones más destacadas del ciclo, entre otras, las siguientes sonatas:

• Número 8, Opus 13 Patética, compuesta a sus 28 años de edad, en la que destacan las características tímbricas, las texturas sonoras y el empleo de una célula musical de la que parte el material temático de sus diferentes movimientos.
• Número 14, Opus 27 Al Claro de luna, es la más célebre del compositor, poseedora de una gran expresividad poética y en la que Beethoven altera la estructura tradicional de la forma sonata.
• Número 15, Opus 28 Pastoral, consta de cuatro movimientos y es apreciada por sus cualidades técnicas, que se encuentran en el marco de serenidad que proyecta y dentro de su aparente sencillez.
• Número 21, Opus 53 Waldstein, apodada así debido a la dedicatoria para el conde Ferdinand von Waldstein. Se trata de una sugerente composición, fresca, suave y luminosa en la que se encuentran varias referencias a la naturaleza.
• Número 23, Opus 57 Appassionata, una brillante muestra de emoción hecha música, su composición inició en 1803, año en el que la sordera de Beethoven empeora de manera definitiva.
• Número 26, Opus 81 Les Adieux, sonata que de manera novedosa incorpora características programáticas en su estructura. Sus tres movimientos se titulan: El adiós, La ausencia y El regreso. De hecho, los tres primeros acordes del primer movimiento corresponden a las sílabas de la palabra “lebewohl”, “adiós” en alemán.
• Número 28, Opus 101, descrita por el propio compositor como “una serie de impresiones y sueños”. Demuestra la completa maestría alcanzada en su última etapa, en la que se mueve hacia una dirección más personal e íntima, de la que esta sonata es ejemplo con su carácter introspectivo y lleno de belleza.
• Número 29, Opus 106 Hammerklavier, obra de gran dificultad y extensión que constituye una demandante prueba para cualquier pianista, en la que destaca entre otras cosas la grandilocuente fuga del último movimiento. La sonata toma su sobrenombre de la indicación hecha por el propio compositor de que ésta debía ser ejecutada en el “hammerklavier” (piano de martillos), nombre empleado para diferenciar al todavía recién creado instrumento del clavicémbalo, al que ya consideraba insuficiente para transmitir el vigor y la brillantez de sus composiciones.

Se puede cerrar este breve recorrido citando las palabras de Angelo Pantaleoni, conferencista y director del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, España, respecto a que las 32 sonatas para piano de Ludwig van Beethoven “representan uno de los más hermosos legados de la inteligencia y la sensibilidad humanas”.

Hay que destacar por último que la entrada a los recitales ofrecidos por Christian Leotta en la Fundación J. Álvarez del Castillo será gratuita. En el programa general del Festival Cultural de Mayo se puede consultar el orden en que serán interpretadas las sonatas en la serie de recitales, así como las fechas de los mismos, que darán comienzo el martes 13 de mayo y que se llevarán a cabo en su totalidad a las 20:30 horas.

Destacado: Leotta, quien interpretará las sonatas del compositor alemán en ocho recitales, ha sido objeto de múltiples reconocimientos, entre los que destaca la prestigiosa Medalla del Presidente que le fue otorgada en 2004.

AGP 12/05/08

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