Lalo España: cómo vivir con ''Doña Márgara''

GUADALAJARA, JALISCO (04/ENE/2013).- Eduardo España siempre ha sido un tipo peculiar. En México es muy conocido, entre otras cosas, por el mítico personaje –creado a partir de sus pueblerinos recorridos en la sierra de Jalisco- Doña Márgara Francisca.

España tiene una parte profunda y tal vez, poética –ligada innegablemente a su sensibilidad-. Lo recordamos con ilusión, hace casi diez años, presentando bajo la dirección de Marco Vieyra una hermosa puesta en escena, titulada Novecento, la leyenda del pianista en el océano. Un texto, que él se aventuró a “decir” y producir. Es un tipo que confía en sus amigos, en el arte y en la libertad.

España es un actor de teatro, de cine y televisión, estudió en el Centro de Actores y Autores de Occdiente (CAAO), alumno en Guadalajara de Ofelia Cano.  Un actor del que se pueden decir muchas cosas, sin embargo, en esta entrevista, primicia de un 2013 que se avecina mucho más amable que el año que se fue. España –como le dicen sus amigos- vislumbra un año transformador. Es optimista.

Se lanzó al Distrito Federal en busca de su suerte. Encontró una estrella, algunos personajes, un gran amor y un puente para vincularse no sólo con el mundo, sino con el universo del público mexicano. Ha trabajado aproximadamente en 20 obras de teatro, entre las que se cuentan puestas en escena de dramaturgos como Shakespeare y Darío Fo. Ha participado en diversos festivales como el Cervantino.

En televisión lo recordamos por sus éxitos en Televisa. España participó en proyectos como Al Derecho y al Derbez, Plaza Sésamo, Mujer, casos de la vida real, y el inolvidable Otro Rollo de Adal Ramones, donde nació Márgara Francisca, censurada por la Secretaría de Gobernación.

Este 2013 se avecina fuerte y esperanzador. Y no es que la esperanza haya faltado en la vida de este actor. Pero a la mitad de 2012 a Lalo España lo cimbró la muerte y eso también, le movió la vida. Este 2013 “proseguiré con proyectos que ya venía trabajando” señaló en entrevista. Uno de ellos es Los Insignificantes, puesta en escena con dramaturgia y dirección de Alejandro Ricaño. Un trabajo teatral en el que participan personajes como Facundo, Ariel Miramontes y Alejandro Villanueva. Girará por todo el país y arranca en Monterrey, Nuevo León 18, 19 y 20 de enero. El 8 de febrero estará en Guadalajara en el teatro Galerías. El 12 de este mes presentará el Tenorio Cómico en el Auditorio Gibson.

Recientemente participó en la telenovela Cachito de Cielo y este año reanudará gira por las principales ciudades de la República Mexicana con su personaje, Márgara Francisa. Al respecto el histrión señaló que lo que ha hecho con esta mujer  “que me ha dado mucho”, es “un show divertido e irreverente, con una estructura bastante teatral(…) La Márgara Francisca –en el país de Vasychin-nos cuenta cómo nuestras acciones nos llevan a convertirnos en el país de la violencia, la corrupción y amarillismo”.

—Lalo ¿cómo despides 2012?

—Terminó un año fuerte. Con golpes duros y con grandes lecciones de vida. Un año que sirvió para desarrollar fortalezas, para seguir adelante y salir transformado. Fue un año de amor y también de entender que en esta vida estamos de paso. Todo es pasajero. Estoy contento con la familia. Cerrando ciclos. Me hacía falta venir a Guadalajara. Me hacía falta estar unido con mi familia, vine a cargar baterías.

—¿Cómo vislumbras este 2013?

—Lo veo lleno de cosas positivas. De continuación de proyectos exitosos. También creo que puede ser un año para trabajar en cosas que den beneficio a los demás.

—¿Qué te ha dado y qué te ha quitado “Doña Márgara”?

—(…) Creo que he sabido construir un equilibrio. Doña Márgara está ahí pero también busco personajes de otro tipo, que me den otras cosas, que se pregunten otras cosas. Y que Lalo España no sólo sea lo que dice o hace Doña Márgara, ahora, le debo mucho a este personaje(…)

—El Patio de tu casa es México ¿cómo está ese patio?

—(…) Creo que todavía se pueden escribir nuevos guiones.

—¿Quiénes son los mexicanos que debemos voltear a ver?

-(…) Todos los que trabajan, todos los que hacen cosas por los otros. Los anónimos. Los que luchan todos los días.

Dolores Tapia