Entretenimiento | Candy Candy fue escrita por Kyoko Mizuki La dulce niña Candy Candy El poder de las historias animadas que surgieron en la década de los años setentas siguen siendo hoy un fenómeno mundial en internet Por: EL INFORMADOR 14 de marzo de 2009 - 01:47 hs GUADALAJARA, JALISCO.- Todo adulto nacido en la década de los años setenta, sabrá sin remilgos ni dudas en qué programa infantil trabajó Alex Syntek, quiénes eran los protagonistas de la novela De pura sangre quién era Lucía Méndez y en qué novela se enamoraron Cristian Bach y Humberto Zurita. Todo eso, que por supuesto pertenece al baúl de los recuerdos y a las bastillas ancestrales de nuestra nostalgia, porque los figurones de la televisión que rozaba los años ochentas, estuvieron metidos hasta la médula de nuestro corazón y por supuesto el de nuestras madres, quienes con un poco más de cuidado hubieran caído en cuenta que era más desastroso para la psique de sus hijos ver la muerte de Anthony en dibujos animados, que a Ernesto Alonso con los ojos rojos a punto de la posesión en el novelón de El Maleficio. Decir “desastroso” es una exageración. Desastrosas eran las historias que nos contaban a los 10 años José José, Camilo Sesto y Emanuel, cante y cante que ya no nos quieren más. Y aunque las series animadas que nos llevaron a la adolescencia hicieron oficial la frase aquella de “me sacó las de Remi”, al referirnos a las lágrimas de sentimiento que nos puede ocasionar cualquier cosa en la vida, son muy pocos quienes no preguntan... ¿Y qué pasó con aquellas bonitas caricaturas donde no había muertos ni despanzurrados? Lo que nos deja a la orilla del cauce nostálgico y retocando los hilos de las buenas historias de la trilogía infantil perfecta para los niños de los años setentas: Heidi, Remy y Candy Candy. ¿Se acuerdan? La historia de la niña pecosa Candy ha sido unos de los personajes más admirados de todas las ex niñas que hoy ya tienen 30 años o más. Una caricatura hipersensible, con una historia digna de best seller (que lo fue) y un público mundial que la extrañó mucho salió del aire y sus autoras (caricaturista y escritora) entraron en pleito legal. En la historia, transmitida en México por el canal 13, Candy fue abandonada por su madre en la casa hogar de la Señorita Pony y la hermana María, quienes la encontraron bajo la nieve el mismo día que también recogieron a Any, su mejor amiga. Candy era rubia, pecosa, fuerte como la hierba y todo el desarrollo del personaje tuvo que ver con la ternura, la fortaleza, la bondad y la esperanza. Mensajes que “la monita” hizo llegar a toda una generación. Todas querían ser como la niña pecosa, quien lloró la muerte de Anthony, su “Príncipe de la colina” y a quien el televidente femenino amó, como odió a Neil y Elisa, los antagonistas de la historia que siguió una fórmula mágica muy parecida a la estructrua de las novelas; buenos y malos, tragedias y redenciones a la espera de un magnífico final feliz, que -se verá más adelante- no llegó o llegó a medias y aún hoy muchos fans, a través de sus sitios webs, intentan cambiar. El enamoramiento por los personajes que nunca existieron realmente, ha hecho que aficionados intenten cambiar a través de YouTube -donde se puede ver la serie completa- el final que no convenció a quienes quisieron ver a Candy feliz. Las autoras Candy Candy fue escrita por Kyoko Mizuki (Keiko Nagita), quien junto con la dibujante Igarashi publicó nueve mangas y una serie animada (anime) de 115 espisodios que en su primicia se transmitió por televisión japonesa y luego recorrió el mundo entero. Poco después se publicaron tres volúmenes por la empresa Kodansha Ltd. Hoy día el anime es mucho más común que lo que era en los años setenta. Candy Candy fue una caricatura pionera. Si bien la primera animación japonesa data de 1907, no es si no hasta el año de 1930 que la animación japonesa se convirtió en un formato alternativo de la narración de cuentos. El primer largometraje se realizó en 1943, con voz incluida y todo, y ya para los años setenta, “el dios del manga” como le llamaron a Osamu Tezuka hizo que el gusto se extendiera en todo Japón. En el caso de la serie de Candy Candy, ésta es propiedad de la dibujante y la escritora, así como de la empresa Toei Animation. Kyoko Mizuki, la escritora acudió a los tribunales cuando se dio cuenta que Igarashi, la dibujante, comercializaba en solitario con productos del personaje. Ganó el pleito en el año 2002. Lo que ha detenido cualquier tipo de negociación para volver a la pantalla chica o grande o sacar al mercado algún proucto. Esto, por supuesto, en detrimento de sus fans que en pleno 2009 siguen alimentado páginas no oficiales con informacion, investigación e imágenes, así también le han dado a la propia Candy su espacio en facebook para que pueda “chatear” con sus seguidores. Así pues Candy Candy tuvo un éxito sin precedentes para el género y estilo, nacida en el seno de Japón se extendió hacia los países amercianos quienes sintieron una lejana historia como muy propia. Acerca de cómo nace y evoluciona este manga, así como Remi y Heidi, se publicará en las próximas entregas de esta serie editorial: Nuestra educación sentimental. Dolores Tapia Continuará... Temas Cómics Lee También Gal Gadot queda fuera de la tercera entrega de Wonder Woman por este motivo DC Comics: ¿Qué pasará con los superhéroes ahora que Warner Bros. Discovery se separan? Carls Jr. prepara lanzamiento de una hamburguesa especial por Superman Concurso Cosplay Master premia lo mejor del arte del disfraz en la CCXP 2025 Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones