Inspira el fallecido Michael Hutchence y su grupo INXS nuevo disco

CIUDAD DE MÉXICO.- El vocalista y compositor de la banda de rock pop INXS, Michael Hutchence, quien cumpliría 49 años este jueves, influyó en el grupo de rock Jars of Clay para la producción de su nuevo disco "The long fall back to Earth".  

El tecladista de Jars of Clay, Charlie, dijo que este álbum, que lanzarán al mercado en abril próximo con 14 temas, tiene influencias de las raíces musicales de agrupaciones como Tears of Fears, The Cure e INXS, cuyo cantautor, Michael Hutchence, se convertiría en unos de los cantantes más carismáticos de los años 80 y 90.  

Michael Kelland Frank Hutchence nació el 22 de enero de 1960 en Sydney, Australia. Desde pequeño expresó su deseo de ser famoso, ya que le encantaba sentirse querido y hacerse notar.  

En 1972 se dio el encuentro entre Hutchence y los hermanos Andrew, Tim y Jon Farriss, así como con Gary Beers y Kirk Pengilly, con quienes fundó su primera banda The Farris Brothers, que poco después se daría a conocer con el nombre de INXS, en 1980.  

Sin embargo, el reconocimiento les llegó hasta 1983 cuando apareció el disco "Shabooh shoobah", la tercera producción del grupo; ese fue el momento del salto a la fama, la popularidad les llegó a gran escala en su país.  

Luego, incursionaron en el mercado estadunidense con el disco "Listen like thieves", con el cual se colocaron en el número uno de los "charts" y "Billboard". En 1987 salió el disco "Kick", que contenía los temas "Need you tonight" y "Devil inside".  

El tour promocional de este último material hizo notar a Michael Hutchence como un artista de clase mundial, pero desde la culminación de esa gira en 1988, mostró sus habilidades como cantautor.  

Posteriormente, intentó una carrera como solista que no tuvo mayores frutos, para luego reincorporarse a la banda. Así llegaron trabajos como "X" (1990), "Live baby live" (1991), "Welcome to wherever you are" (1992), "Full moon, dirty hearts" (1993), hasta "Elegantly wasted", lanzado en 1997.  

Se convirtió en una superestrella que admitía el placer de la riqueza y la fama; aunque era muy práctico en su conducta cotidiana, en el escenario era increíble en todo momento.  

El cantante no necesitó moverse con el "jetset" de celebridades internacionales, ya que era un mundo que despreciaba; disfrutaba la vida nocturna gracias a su condición de soltero.  

Aún en medio de viajes y fiestas, se inmiscuyó en más trabajos durante la trayectoria de INXS (12 álbumes, además dos películas e innumerables giras) que no muchos artistas logran en su carrera.  

Inesperadamente, Michael Hutchence murió el 22 de noviembre de 1997, arruinado, soltero y con una hija, producto de su relación con Paula Yates; lo encontraron colgado de un cinturón de cobre en una habitación de un hotel en Sidney, Australia.  

Al principio, se especuló que el suicidio fue a causa de una posible adicción a las drogas; aunque poco a poco salió a la luz la versión de que una profunda depresión lo llevó a quitarse la vida. La madre del músico culpó a su novia de provocarle inestabilidad emocional.  

En 1999, las cenizas de Hutchence fueron esparcidas en el Himalaya, con motivo del segundo aniversario de su muerte y conforme a lo estipulado en su testamento.  

En 2005 la madre del intérprete, Patricia Glassop, declaró a un diario australiano que el ex líder del grupo INXS "estaba completamente arruinado cuando se suicidó".  

La fortuna de Hutchence ascendía a sólo 11 millones de dólares. Después de la venta de ciertas posesiones, como una motocicleta, unas guitarras, obras de arte y propiedades inmobiliarias, y después de pagarse unos 670 mil dólares al gobierno de Australia, tal patrimonio se redujo a nada, según dijeron los albaceas del cantautor.  

También se indicó que una de sus últimas voluntades era donar 250 mil dólares a Amnistía Internacional y otro tanto a Greenpeace. Del resto, la mitad tenía que ser para su hija y la otra parte a repartirse entre Paula Yates, sus padres y sus hermanos.  

Sin embargo, la valuación que determinó la bancarrota de Hutchence, no tomó en cuenta unas propiedades en su natal país, cuyo valor superaba los 10 millones de dólares; una villa en el sur de Francia; una casa en Londres, Inglaterra; una inversión en Indonesia y múltiples automóviles.  

El ex vocalista de INXS dejó un legado que distaba en gran medida de haber sido una estrella más que muere por sobredosis o los excesos, por el contrario mostró que fue un músico cuyo talento artístico y entrega en los escenarios hicieron que dejara huella en la historia del rock & roll contemporáneo.