Helena Rojo, una estrella osada

GUADALAJARA, JALISCO  (20/ENE/2013).- Primera actriz. Estrella de la televisión. Figura de los escenarios teatrales. Diva del Séptimo Arte. La carrera de María Elena Enríquez Ruíz, mejor conocida como Helena Rojo, ya se cuenta como una de las más brillantes en las páginas de la historia artística mexicana. Ella sonríe ante el cariño del público y el reconocimiento de sus colegas. Hace a un lado los halagos y confiesa "sigo aprendiendo. Aprendiendo mucho".

"Actuar" es una palabra tatuada en la mente de Helena Rojo. Es la expresión con la que duerme, con la que amanece, con la que come y con la que vive. "Es un gran aprendizaje como ser humano", afirma en entrevista exclusiva con este medio. Agrega que "no cualquiera se sube a un escenario".

Lo que ella hace parece fácil, pero meterse en las mentes y pieles de otras mujeres, es una labor ardua. Una con la que muchas sueñan. Una con la que pocas pueden. "El ser actor implica perder el miedo a la burla, a la crítica. Creo que esto es algo invaluable. Todos estamos en la posición de exponernos ante quien sea, no sabemos nunca quién está sentado entre el público, lo mismo puede ser una eminencia que el trabajador más humilde. Entretenerlos a ambos es el chiste para mí".

Consagrada gracias a la televisión, con melodramas como Ramona (2000), Abrázame muy fuerte (2001), Peregrina (2005) y Por ella soy Eva (2012); Rojo ahora se encuentra enfocada en el teatro, con la puesta en escena de El cartero, donde comparte escena con Ignacio López Tarso, Erick Elías y Livia Brito.

La obra, afirma, es un sueño. El elenco, agrega, simplemente perfecto. Para Helena Rojo, el momento que ahora vive puede definirse con una palabra: "armonía".

-Usted tiene una carrera donde se concatenan proyectos en el cine, la televisión y el teatro, ¿qué ha sido lo mejor de cada uno de esos medios?
-Que ser actor te ofrece siempre la oportunidad de hacer el ridículo (risas).

-¿Por qué?
-Como actores, siempre estamos expuestos de hacer el ridículo, y eso es lo divertido, el poder despojarnos del ego, exponernos ante el público en carne viva. Estar interpretando personajes que a algunos les gustarán, a otros no les gustarán. A algunos les parecerán fascinantes, a otros les parecerán ridículos. A mí me encanta.

-Dicen que no hay artista que no tenga un gran ego, ¿usted comparte la opinión?
Es un hecho que los actores somos ególatras, pero también somos muy aventureros, muy osados, muy valientes al exponernos en el escenario a la crítica al gusto y al disgusto del público. Descubrir entre el público una mirada de agrado o una de desprecio. A todo eso estamos expuestos.

-¿Qué es más importante para un actor, el ego o la tenacidad?
Creo sentir placer y cariño por lo que se hace, aunque el ego y la tenacidad sean importantes. Yo tengo la fortuna de estar haciendo un trabajo que me gusta. Sería muy triste estar haciendo algo que no amo.

-Dicen que subir a un escenario implica sensaciones casi mágicas, ¿puede describir con palabras esa experiencia?
-Muchas veces las experiencias en escena son muy agradables, son reconfortantes, iluminadoras, llenas de emociones. Se hace como un pequeño 'vicio' estar buscando todas estas emociones a lo largo de las obras que hacemos.

La gente que va también cuenta mucho en este caso. La reacción del público la vemos después, cuando nos aplauden. Mientras estamos en escena, sus expresiones, todo eso está lleno de detalles.

-Usted ha dicho que el elenco que se encontró trabajando en "El cartero" es maravilloso, ¿siempre es así?, ¿no le ha tocado un actor o un grupo de actores difíciles'?
-Cuando decimos 'nos llevamos muy bien, tenemos mucha armonía', lo decimos, aunque suene muy trillado, ¡pero porque es lo normal! (risas), que la gente se lleve bien, que la gente se lleve de forma civilizada. Los demás no tienen la culpa de nuestros problemas personales. Tenemos que ser profesionales, y hacerlo de la mejor manera posible, hacer lo mejor por la producción

Claro, de repente... nunca falta alguien por ahí, que a la mejor ni queriendo, puede desatar un conflicto, hacerse el desagradable, o piensan que haciéndose los difíciles serán importantes. Ese es, creo yo, un punto de vista equivocado".

Por cierto
La reina de la red
No es aficionada a la tecnología. El Twitter y el Facebook no tienen el más mínimo peso en su vida. Pero por alguna razón, que ni siquiera ella se explica, Helena Rojo es una de las "reinas" de las redes sociales.

Tanto furor provoca la actriz, que incluso hay clubs de fans (en México y el extranjero), que le rinden culto a través del ciberespacio. "Yo aprecio muchísimo a esas chicas que he logrado conocer", explica la artista sobre sus "fans" virtuales.

"Cuando estoy en teatro, ellas hacen viaje, a veces algunas vienen de Europa, ven mis obras 3 o cuatro veces. Suben fotografías a sus foros, me mandan regalos del día de las madres. Son extraordinarias". Sus seguidoras se agrupan en cuentas como @helesisters y @forodeheleninas en Twitter.

"Para mí, es un fenómeno -agrega- y estoy bien agradecida con ellas, con su atención, su cariño. He conocido gente muy hermosa de todas partes del mundo. Para mí es sorprendente como para cualquiera".

"Mi meta siempre ha sido encontrar nuevos retos, que me enriquezca como persona, que me haga conocerme mejor", Helena Rojo, actriz

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ