Héctor Bonilla llega a escena con “Los lobos”

CIUDAD DE MÉXICO.- La obra de teatro Los lobos, protagonizada por los reconocidos actores Pedro Armendáriz, Jesús Ochoa, Víctor Trujillo, Rafael Sánchez Navarro y Roberto D'Amico, bajo la dirección de Héctor Bonilla, tiene como tema central la corrupción en la clase política.  

La historia del dramaturgo Luis Agustoni está situada en la Argentina de los años 40, pero para su versión mexicana estará ubicada en el México actual, y relatar el caso de cinco políticos corruptos que han cometido un robo millonario a la nación.  

Héctor Bonilla comentó que la adaptación del guión para presentarla en este país corrió a su cargo. De ahí que, advirtió: “No gustará a muchas personas”; sin embargo, consideró importante que en el teatro se aborde el divorcio de la clase política con la sociedad civil.   

El libreto recrea un hecho real que sucedió en Argentina, un escándalo de 1940, cuando por la compra de terrenos por parte del ejército en la localidad de El palomar se dio origen a un enfrentamiento entre políticos y militares.   

Bonilla aclaró que en Los lobos, que subirá su telón el 19 de enero próximo en el teatro Julio Prieto en la Ciudad de México, no se nombrará a ningún partido político porque no se pretende hacer demagogia ni amarillismo, sólo plantear un proceso de corrupción.   

Transcurre en un sótano, donde los cinco políticos discuten sobre un asunto de corrupción que los involucra y del cual quieren salir bien librados sin importar a quién perjudiquen, incluso, sobre ellos mismos.

Por su parte Víctor Trujillo, quien interpreta a Eduardo Muñoz, presidente de la Comisión de Hacienda, dijo que Los lobos se estrenará en medio de un momento crucial en la historia política de México.

La puesta en escena marca el regreso de Trujillo al teatro luego de 17 años de ausencia, pues su última aparición fue mediante El dedo del señor. “Me llena de orgullo estar de vuelta y junto a este elenco de grandes ligas”, resaltó Trujillo.   

Lograr reunir a este elenco no fue tarea fácil, admitió Bonilla, pues cada uno tenía diversos compromisos laborales y el problema principal radicó en lograr empatar las fechas, ya que por el contenido de la obra todos manifestaron de inmediato su interés en participar.