Viernes, 17 de Mayo 2024
Entretenimiento | Una vida dedicada a los escenarios

Fernando Luján encabeza la obra “Todos eran mis hijos”

Mantiene la disciplina en su carrera. El teatro y el cine son, al igual que la pantalla chica, su motor

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Los reflectores, el aplauso, los escenarios y las cámaras para algunos representan una meta en la vida, y aunque para Fernando Luján significan lo mismo, la diferencia es que el actor conoce el medio desde niño, situación por la cual se siente cómodo en cualquiera de los espacios en los que se presenta, mas no por ello deja de lado la disciplina, la pasión, el compromiso y las ganas de seguir en la conquista de nuevos espectadores.

Con una trayectoria que rebasa los 120 filmes, 21 telenovelas y las más de 50 obras de teatro, algunos podrían pensar que el primer actor quizá no tendría más cimas que alcanzar, no obstante Luján asegura que aún le queda camino por recorrer, y además de entregarse a su público con trabajos en México, es Europa su próximo destino, sitio en el que ya ha echado raíces con su talento, de ahí que apenas hace un par de semanas fuera reconocido con El Colón de Plata a Mejor actor, al presentar en el Festival de Cine Iberoamérica de Huelva, España, la película Cinco días sin Nora, de la realizadora mexicana Mariana Chenillo, y con la que también está nominado a un Ariel en la próxima entrega.

Al momento de recibir la distinción Fernando Luján expresó a la prensa su beneplácito por el premio y señaló que desde hace tiempo ha buscado forjar en ese país una sólida carrera a través de su trabajo. “Espero que este reconocimiento sirva de algo y que pueda seguir pegando el brinco para trabajar en producciones allá, porque me gusta mucho España”.

Incluso, el actor, minutos antes de ofrecer la primera de las dos funciones de Todos eran mis hijos el pasado domingo en el Centro Cultural Helénico capitalino, aseguró que “lo que me interesa de los premios es que pueden significar la continuidad en el trabajo, sobre todo en Europa, porque allá me estoy abriendo camino con estas películas. Me gustaría que cada dos años me invitaran a trabajar allá”.

Cátedra de actuación

“La gente ha respondido estupendamente, y tanto Jorge como Pedro Ortiz de Pinedo (los productores de Todos eran mis hijos) están arriesgando por el buen teatro, y hay dos o tres productores que están haciendo lo mismo, y eso es importante, ya que apuestan por montar buenas obras con buenos elencos, y éste es el resultado”, comentó el intérprete y añadió que “la prueba de que hay público para teatro es que cuando se pone una buena obra y se reúne a un buen elenco la gente responde”.

Las funciones que desde octubre ha ofrecido dicha puesta en escena en el Distrito Federal presumen de una buena respuesta, por lo que, tanto Luján como la producción y el elenco integrado por Diana Bracho, Silvia Navarro, Mario Loría, Alpha Acosta, Osvaldo Benavides, Miguel Pizarro, María Aura y Martín Altomaro, esperan que se repita el éxito cuando los días 9 y 10 de marzo se presente en el Teatro Diana como parte de su gira por el interior de la República.

En todos eran mis hijos, Luján entrega una cátedra de actuación con su emotiva representación de Joe Keller, un hombre de negocios que presume una fortuna envidiable gracias a la venta de piezas para aviones en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, que de pronto ve truncado su aparente bienestar debido a una terrible acusación.

Aunque situado en la década de los cuarenta, el montaje logra enganchar al espectador con una problemática fundamentada en un guión bien llevado por el también director de cine Francisco Franco, y en el que Fernando Luján logra conmover al público, quien atestigua el desarrollo de un personaje que crece, se afianza y contagia la angustia, el dolor y la tristeza que vive Joe Keller, y ante ello Luján enfatiza sobre la comunión necesaria para que una obra de teatro consiga su objetivo. “En esta carrera aprendes de todos, tanto de actores, productores y directores como del público, porque el teatro es una comunión con la gente, y también te das cuenta cuando tienes un mal actor en la butaca, pues se necesita un buen público que sea actoral, que reciba los sentimientos que le estás proyectando”.


Todos eran mis hijos / 9 y 10 de marzo, 19:00 y 21:30 horas / Teatro Diana / Boletos de 200 a 400 pesos / Disponibles en el sistema Ticketmaster

EL INFORMADOR/ ALTAGRACIA LIZARDO MEDINA

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