El picnic rosa de Angie Taddei

GUADALAJARA, JALISCO (04/OCT/2012).- Ciclos que se cierran y se abren. Detenerlos, imposible. Aferrarse a ellos, inútil. Angie Taddei prefiere vivir en el presente. Concentrada en el futuro, pero orgullosa de su pasado. “Todo lo que hice antes con mi vida me define hoy”.

Cada etapa ha estado marcada por una ocupación distinta. Estudiante, cantante, bailarina, conductora, escritora, empresaria “y no me descarten algún día dirigiendo”, agrega Angie con una sonrisa. Su nombre está ligado al grupo Jeans, una de las girls-band más longevas de la escena mexicana. “Me siento orgullosa de lo que hice con ellas, estábamos muy chiquitas cuando comenzamos”, afirma. “Pero no volvería a cantar”, agrega, sin perder la sonrisa.

Desde hace ocho años, Angie es la conductora de Picnic, un programa de revista femenino en Telehit. Cuando llegaron, no había en español una emisión semejante. Hoy en día, siguen siendo una de las pocas opciones en su tipo. “La comunicación siempre me gustó. Me siento muy feliz en el proyecto”, agrega. Y es que el programa también le permitió darle rienda suelta a otra faceta, la de escritora.

Taddei promueve el proyecto Mundo Rosa, un libro y una página web que se dedica a dar consejos femeninos de salud, moda, belleza y relaciones de pareja. “Me gusta mucho escribir, y el libro fue una recopilación de todo lo que hemos aprendido a través de los años en el programa. Al mejor dermatólogo, al mejor maquillista. Yo y Oli (Olivia Peralta, su compañera en el programa y coautora del libro) estamos muy contentas del resultado que hemos ido cosechando”.

—Viviste una etapa de mucho éxito en el pop, ¿no te costó dejar ese episodio atrás?

—Definitivamente creo que los proyectos son proyectos y vas para adelante. No le puedes estar dando vuelta al libro para ver el principio. Me gusta recordar de donde vengo. Todo lo que se hace en la vida es lo que te define hoy. Sí cierro ciclos, pero me gusta recordar las cosas que fueron sin aferrarme.

—Muchas estrellas del pop se aferran a la faceta musical y no tratan de hacer algo distinto con su vida, pero a ti no te costó trabajo hacerlo, ¿por qué?

—Si cierras un proyecto con paz, con tranquilidad, no debe existir ningún problema. Yo me fui de Jeans cuando el grupo estaba en un plan todavía muy grande. Seguí mi camino, comprendí que no era la cantante que México esperaba, no era la bailarina que México esperaba. ¿Qué era lo que me gustaba hacer? Pues a mí siempre me gustó la comunicación, la televisión, producir, escribir. Tuve claro lo que quería hacer con mi vida desde un principio.

—Y allí entra “Picnic”.

—Picnic fue de hecho mi tesis de la universidad. Lo que me dejó Jeans fue muy buenos amigos del medio, muchas conexiones, y las pude usar para llegar darle forma al proyecto.

Entendí que como espectador me hacía falta un programa que hablara de cosas de mujeres, que hablara de cosas tan tontas como: “me corté al depilarme”, “me rompieron el corazón”, “estoy gordita”, todo lo que las mujeres pensamos o sentimos, pero en buena onda, no con esa actitud de estar aleccionando.

—Jeans duró más de una década en la cima, y Picnic tiene casi el mismo tiempo al aire. ¿Cuál ha sido el secreto para tomar parte en dos proyectos que han logrado sobrevivir tanto tiempo sin caer en lo repetitivo?

—Creo que se trata de mantenerte fiel a quien tienes, y no perderte en el mundo del espectáculo. En ambos casos encontramos equipos de personas muy capaces que siempre nos apoyan.

Por otro lado, Jeans tuvo un éxito masivo, mientras que Picnic está dirigido a un nicho más cerrado, es pequeñito, le llegamos a tanta gente y eso evita que nos perdamos en la vorágine del espectáculo.

—¿Cuál es la lección que más importante que aprendiste en el mundo del espectáculo?

—A pensar en las propuestas que te hacen, y no tomarlas de jalón. Mi carrera es más leve, porque no he estado en el ojo del huracán, no me siguen los fotógrafos. Cuido mucho a los eventos a donde voy, no hago portadas de revistas muy sexosas, siempre ando en una onda muy “peace and love”. Prefiero ser honesta conmigo misma.

—¿No extrañas la música?

—Yo decidí no seguir más con ella. Me casé con un músico-productor que observa la música de forma muy profunda, toca cualquier instrumento, canta muy bien.

Y allí me di cuenta que quizá yo soy muy buena conductora, y no soy buena para la música. Mejor me fui a hacer lo que me encanta, lo que es lo mio.

Navega: www.mundorosa.com.mx