Sábado, 18 de Mayo 2024
Entretenimiento | Más que ilusiones. El teatro como inspiración

Ana Ofelia Murguía y sus andanzas

La actriz afirma que la actuación es su mejor terapia y reconoce el camino recorrido junto a grandes cineastas

Por: SUN

Ana Ofelia Murguía trabaja en teatro; su participación más reciente en cine fue en la película ''Las buenas hierbas''. EL UNIVERSAL  /

Ana Ofelia Murguía trabaja en teatro; su participación más reciente en cine fue en la película ''Las buenas hierbas''. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (20/AGO/2012).- En escena, cuatro actores del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNT). Cuatro veteranos artistas de grandes ligas interpretando a otros tantos octogenarios en la inteligente obra titulada "Ilusiones", del dramaturgo ruso Iván Viripaiev.

Antes de morir, todos los personajes se preguntan qué diantres es el amor, si acaso existe de manera unilateral o si sólo es real cuando hay reciprocidad. Ana Ofelia Murguía, Farnesio de Bernal, Ricardo Blume y Adriana Roel se lucen en sus respectivos papeles, bajo la dirección del joven Mauricio García Lozano.

En Coyoacán llueve y huele a barrio añejo. En la pequeña sala Héctor Mendoza, de la CNT, 100 afortunados espectadores son testigos de una experiencia singular y gratuita. El colmillo actoral en escena resulta conmovedor; y si se trata de nombrar a un vencedor, habría que repartir cuatro medallas de oro.

En entrevista, Ana Ofelia Murguía habla de su trabajo durante más de 50 años; de Cuba, vetos, guerra, daños colaterales y convicciones.

—Debe ser muy difícil aprenderse los largos parlamentos de la obra “Ilusiones”, ¿no es así?

—Más que parlamentos, son monólogos. Uno de los grandes retos de esta obra es aprendérsela. Además, tiene otra dificultad extra, pues hay varias frases que se repiten, y si no estás bien concentrada, te pierdes.

—¿Qué tal ha sido la experiencia de pertenecer a la Compañía Nacional de Teatro?

—Maravillosa. La Compañía Nacional de Teatro es una institución artística muy necesaria para el país, y por supuesto que es un privilegio pertenecer a ella. Para como están las cosas, es un premio estar aquí.

—¿Y cómo están las cosas en México?


—Pues de la patada. Hay mucha miseria y corrupción. Pareciera que "Alí Babá y los 40 ladrones" andan sueltos. A eso hay que agregarle la guerra contra el narco y los famosos “daños colaterales”.

—¿Simpatiza usted con el movimiento #Yo soy132?


—Por supuesto que sí. Tengo un nieto que está muy involucrado y yo lo apoyo totalmente, así que #Yo soy una abuela 132.

—¿Cuántos años trabajó en Cuba?

—Como tres. Me fui con el que entonces era mi esposo, Carlos Fernández, actor. Fue una experiencia muy enriquecedora.

—¿Cómo ve a ese país medio siglo después?


—La cosa está fea, pero resulta lógico luego de tanto desgaste, de bloqueo. Hay muchas carencias, pero si tuviera que escoger entre el modelo cubano y el mexicano, elegiría el cubano porque es más humano. En México rige el lema “sálvese quien pueda”.

—Usted ha hecho mucho teatro y cine, pero pocas telenovelas, ¿verdad?


—En realidad, sí. Estoy en TV Azteca desde que se privatizó y he hecho telenovela cada cuatro o cinco años. Antes, en Televisa, casi nunca me llamaban. Cuando me quedaba sin dinero, iba con un amigo al sótano para buscar un papelito que nadie quisiera hacer. Pero eso sí, cuando se anunció que me incorporaba a TV Azteca, me vetaron en Televisa.

—Defina en pocas palabras a Salvador Novo.

—Él era el director de la Escuela de Teatro (INBA) y yo sentía que me trataba con cierto desprecio, como a una escuincla, pero luego me enteré que él me recomendó para entrar a Poesía en Voz Alta.

—A Héctor Mendoza.

—Un tipo talentoso, maestro de varias generaciones de actores y muy buen amigo.

—A Ripstein.


—No me pregunte por él (ríe). Yo ya había trabajado con (Arturo) Ripstein y un día me pidió que participara en la película "Profundo carmesí"; me pareció una escena falsa, no me la creí. Le dije que no la hacía, y desde entonces no me volvió a llamar para nada.

—A Cazals.

Aprendí mucho, te cuida mucho. Con él también me negué a realizar un proyecto, pero Cazals sí me volvió a llamar.

—A Jaime Humberto Hermosillo.


—Con él me gané mi primer Ariel, por "Naufragio".

—A María Novaro.


—Talentosa y con un don de gentes maravilloso. Fue muy lindo trabajar en Las buenas hierbas, un proyecto muy bien pensado, algo muy personal y entrañable.

—¿La actuación es terapéutica?

—¡Claro! Cualquier dolor físico o emocional se desaparece cuando sales al escenario o haces una escena en el cine. Parece magia.

—¿El amor existe sólo cuando hay reciprocidad?


—Puedes estar enamorado y que no te hagan caso, pero con el tiempo aprendes que lo ideal es vivir con alguien por quien sientas amor pero que también sea tu amigo.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones