Batista, quien ha sido considerado el hombre más rico de Brasil por publicaciones de Forbes y Bloomberg, podría quedarse con participaciones minoritarias en sus compañías insignia y permanecer con alguna firma poco relevante dentro del grupo. Si todo sale según los planes de la empresa y de su asesor financiero, el banco de inversión BTG Pactual, Eike terminará sin deudas y contará con activos de entre 1,000 y 2,000 millones de dólares. Sin duda, una fortuna envidiable, pero apenas una sombra de lo que fue el imperio.La primera baja del grupo se selló el miércoles, con un acuerdo entre la energética MPX y el grupo alemán EON. Se trata de un aumento de capital de unos 352 millones de dólares, lo que le dará el control de la empresa, en la práctica. EON gestionará la compañía y cambiará su nombre, ahora fuera del catálogo de empresas de Grupo EBX.Eike, quien el martes anunció formalmente su renuncia al Consejo de Administración de MPX, tendrá una parte minoritaria de la energética (19%), con planes para venderla y pagar la deuda del grupo.Otra joya del desvaneciente imperio Batista es la minera MMX, para la que también se busca comprador. El atractivo de MMX no está tanto en las minas como en la estructura logística de la compañía, que controla el llamado superpuerto Sudeste, en la ciudad de Itaguaí, y un contrato con la ferroviaria MRS. Esto ha atraído el interés de grupos como Gerdau, Usiminas y ArcelorMittal, CSN y Glencore, todas con operaciones mineras en la región de Serra Azul (Minas Gerais) y sin un canal de distribución para la producción.
