Dos tequileras fueron buscadas por uno de Kentucky

GUADALAJARA, JALISCO.- Orendain y Herradura, siendo competidoras, tienen una historia singular: ambas tequileras compartieron a un mismo pretendiente, que intentó con una y que, al no querer, se fue con la segunda.

Hace casi 10 años Brown-Forman, una de las empresas productoras y distribuidoras de bebidas alcohólicas más grandes de Estados Unidos, creador del whiskey Jack Daniel’s, llegó a México con interés de asociarse con una empresa tequilera. La encontró en Orendain.

“Ellos fueron nuestros socios. Estuvimos siete años con ellos, que tenían 3% de las acciones de nuestra empresa”, relata Carlos Orendain.

En ese tiempo, ambas empresas se conocieron, explorando nuevas formas de “convivencia”, hasta que resolvieron terminar su relación.

“Lo que pasa es que ellos quisieron comprarnos toda la empresa, y la verdad que nosotros no quisimos desprendernos del negocio, y mejor les compramos sus acciones y nos quedamos sólo los de la familia”, cuenta Orendain.

Mientras esta relación ocurría, la española Osborne compró 25% de las acciones de Tequila Herradura, propiedad de la familia Romo de la Peña. Esta relación duró tres años, hasta que los Romo compraron la parte de Osborne.

Cuando Brown-Forman, cuya sede está en Louisville, Kentucky, terminó su relación con Orendain, buscó a Herradura. Luego de algunos meses de negociación, en enero de 2007 Brown-Forman compró el 100% de Herradura por 766 millones de dólares, desplazando a otras interesadas, como Pernod Ricard, Bacardí y Osborne. “Las marcas de Casa Herradura pasaron de tener presencia en 53 países a distribuirse en 135 naciones. De ser una compañía que vendía 1.2 millones de cajas de nueve litros de tequila, ahora son parte de una empresa que vende más de 30 millones de cajas de vinos y licores”, expone un documento de Herradura.

TELÓN DE FONDO

Sociedades que abren puertas

De acuerdo con la norma que rige la industria, el tequila debe producirse en algunas zonas de Nayarit, Michoacán, Guanajuato, Tamaulipas y, por supuesto, en cualquier lugar de Jalisco. Pero no dice nada sobre la propiedad de la tequilera.

Hasta hace 15 años, las productoras de este licor presumían su mexicanidad. Hoy hay fábricas 100% nacionales, otras asociadas con foráneos, y algunas que son propiedad total de extranjeros, pero el tequila que hacen sigue sabiendo a suelo propio. Estos vínculos, cada vez más comunes en el comercio global, han provocado una ampliación enorme de mercados, y una mejor supervisión de la legitimidad de la bebida.

Algunos lamentan, con nostalgia, estos cambios. Sin embargo, ¿ha revisado la etiqueta de las otras bebidas? (JAC)