GUADALAJARA, JALISCO (25/AGO/2016).- Los primeros dos años de una idea que pretende convertirse en empresa son los más importantes. Después entran al “valle de la muerte” en donde, si no se cuenta con un sólido plan de negocios, difícilmente el proyecto será exitoso.Allí está uno de los principales factores del fracaso en el emprendimiento, según el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem). Sin embargo, para disminuir al máximo los riesgos, lo importante es que los emprendedores se acerquen a los diferentes actores del ecosistema emprendedor, conformado por instancias de Gobierno, iniciativa privada, incubadoras y aceleradoras, advierte el director de Incubadoras de Alto Impacto y Aceleración de Empresas del Inadem, Erick Hernández García.En Jalisco existe una consolidación en ese sentido porque se cuenta con nueve incubadoras de nivel básico, tres más de alto impacto y dos aceleradoras, todas validadas y reconocidas por el Inadem.“Desde que conceptualizan su idea de negocio no la plasman en un plan fuerte y sólido, entonces el Inadem apoya que los emprendedores se acerquen con incubadoras tradicionales, básicas o de alto impacto, porque este tipo de instituciones permiten al emprendedor tener herramientas suficientes, como financiamiento, pero se relacionan con más actores del ecosistema, con instituciones o fundaciones para crear una nueva línea de producto que no la tenían visualizada cuando empezaron con su idea de negocio”.El Inadem cuenta con una lista de incubadoras, aceleradoras, espacios de vinculación, eventos y la plataforma de cultura emprendedora. Por ejemplo, entre las incubadoras básicas destacan Incubación y desarrollo empresarial Uteg; Prende Unedl; Centro de investigación en emprendurismo, incubación, consultoría, asesoría e innovación; Centro regional para la calidad empresarial; Incubadora de empresas de la Univa; Entrepreneurs manos creativas; Centro de competitividad e incubación de empresas; Incubadora de negocios de alta tecnología de la UAG, y Vallarta emprende.El funcionario advierte que el emprendimiento es una carrera de resistencia con un rumbo claro: no se puede dirigir un negocio si no se tiene claridad hacia dónde se quiere orientar, cuál es la visión y misión. Para eso sirve dicho ecosistema.Entre las incubadoras de alto impacto están Spark up, MIT enterprise forum México e Incubadora de empresas tecnológicas del Cegint. ITESO tiene su Aceleradora de empresas y se le suma Möller consultores.José Medina Mora, titular de la Coparmex, coincide con que una de las claves del éxito es el acompañamiento. “La posibilidad de recibir mentoría, capacitación y aprender a cómo comunicar sus ideas y cómo hacer su modelo financiero, hace la diferencia”.