2008, año en que Wall Street desfalleció

NUEVA YORK.- El desplome de Wall Street, la caída de legendarias instituciones financieras y la crisis hipotecaria, no sólo acapararon los titulares en 2008, sino cambiaron el rostro del capitalismo estadounidense.

Las consecuencias cayeron en cascada en una “montaña rusa” de malas noticias, incluidas las bancarrotas, la baja en las ganancias de empresas emporios, al tiempo que los niveles de desempleo alcanzaron los niveles más altos en décadas.

En paralelo, el nivel de confianza del consumidor llegó a su mínima expresión en años y se empezó a vivir lo que los analistas financieros y el Gobierno admitió: la nación atravesaba por su peor crisis desde la Gran Depresión de 1929.  

Wall Street empezó en picada cuando el mercado de bienes raíces se tambaleó debido a las dificultades crediticias y a los niveles inéditos de activos tóxicos derivados de las hipotecas.  

 A finales de mayo, la crisis se veía en las estaciones de gasolina. Muchos ya evitaban usar sus vehículos ya que el galón sobrepasó los cuatro dólares.  

Para mediados del año se empezó el coletazo de la crisis era evidente a nivel nacional y las cosas empeoraron con el curso de los meses, a pesar de la aprobación del paquete de rescate financiero por 700 mil millones de dólares.  

La crisis se agravó tras la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers y la apurada venta de la firma de corretaje Merrill Lynch. La bolsa de valores pasaría su peor día desde el 11 de septiembre de 2001.  

Para el 15 de septiembre la crisis crediticia causó grandes cambios en la industria bancaria. Lehman Brothers se declaró en bancarrota, a través del capítulo 11.  

La trayectoria de 158 años de Lehman Brothers se vio perjudicada por la pérdida de unos 60 mil millones de dólares en el mercado de bienes raíces.  

También hubo una gran sacudida luego que otro banco de inversión y correduría de acciones, Merrill Lynch, la cual anunció que sería adquirido por Bank of America.  

En este marco, la Reserva Federal, el banco central estadounidense, anunció medidas para ayudar a las compañías a asegurar préstamos de emergencia del Banco Central.  

Además, los ejecutivos de General Motors, Ford y Chrysler solicitaron un rescate de 34 mil millones de dólares, pero el acuerdo murió en el Senado a raíz de diferencias entre Demócratas y Republicanos.  

Fue necesaria la intervención del presidente George W. Bush para poner en marcha un nuevo paquete de apoyo por 17 mil 400 millones de dólares.  

Analistas coinciden sin embargo que diciembre ha sido el mes negro para las automotrices.

Para completar el año con las malas noticias, Wall Street fue sacudido por el fraude de Bernard L. Madoff, presidente de Madoff Investment Securities, acusado de haber defraudado 50 mil millones de dólares, el mayor en la historia mundial.  

Madoff, de 70 años, era un banquero de inversiones muy respetado luego de ser presidente de la Bolsa devalores Nasdaq, pero su caso ha alimentado el escepticismo de los inversionistas y socavó aún más la confianza en Wall Street.

Los problemas económicos nacidos en Estados Unidos pusieron en jaque a todas las economías; tan sólo en ese país se habla de que la situación es similar a la vivida en 1929.