Un San Isidro sangriento...

MADRID, ESPAÑA (Vigésima segunda corrida isidril).- Me hacía cierta ilusión volver a ver toros de Cebada Gago luego de una ausencia de 18 años en Las Ventas de Madrid.  El primer desencanto fue saber que solo tres habían sido aprobados, parchándose la corrida con otros tantos de Guardiola Fantoni.
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¿La segunda decepción..?  Las lidias que ofreció el sexteto, con matices por supuesto, campeando un muy grave descastamiento y guasonería en los Cebada, muy en tipo de su encaste, astifinos desde la mazorca, finos de cabos y largos de rabos que frenándose y cortando el viaje medían y sentían mucho a los toreros propiciando varios percances, primero a Encabo al salir de un par de rehiletes salvándose de ser calado pero llevándose un palizón de órdago; luego al banderillero Juan José Domínguez sacando un varetazo en el muslo y golpazo en el tobillo, y, por último, con el único Cebada que mentiroso hizo que Salvador Cortés se confiara armando las únicas series de toreo por abajo que se jalearon.  

El toro, repito, engañaba, se metía en dos pases pero al siguiente, quedándose corto miró la femoral infiriéndole una cornada de 20 centímetros arriba de la rodilla izquierda, por fortuna de pronóstico menos grave, siendo operado en la enfermería del coso por las sabias manos del doctor Máximo García Padrós que ha tenido un San Isidro por demás accidentado.

La falta de casta, pues, patente a lo largo de toda la tarde, por mucha voluntad, deseos y tesón de los diestros, sudando la gota gorda frente a reses de características tales, así como, principalmente Luis Miguel Encabo, con la pena negra de la espada, con la que estuvo en mejor tenor el madrileño Fernando Cruz, que dio empeño a su labor a lo largo de su actuación, ha sido una tarde más que por los percances deja constancia de que estamos asistiendo a uno de los San Isidros más sangrientos.

Para hoy, toros de Adolfo Martín para Carlos Escolar “Frascuelo”, veterano espada muy del gusto de Madrid que en el ferial del pasado año resultó espectacularmente herido, alternando con Rafaelillo y el salmantino Javier Valverde.

Que haya triunfos, que sí…

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