Domingo, 19 de Octubre 2025
Deportes | De los toros con verdad

UN IBÁN DE EXCEPCIÓN Y OTRO MÁS QUE SERVÍA…

De los toros con verdad Por FRANCISCO BARUQUI M.

Por: EL INFORMADOR

Madrid, España.- Debo decirlo que siempre me han entusiasmado los toros de Baltasar Ibán. Conocí hace décadas a su criador estando en la ganadería con un torero, que en gloria esté, mi tocayo Paco Pallarés que conocía como pocos los pupilos de Don Balta, y a lo largo de más de 40 años he visto corridas sumamente interesantes con varios toros de excepción.

Dicho esto, con ilusión iba a la plaza en una tarde que si bien respetó la lluvia, un viento frío que calaba nos la dio.  Así…

Así, encierro de Ibanes muy desigual de presentación saliendo desde el escarbón oledor de arena hasta un auténtico bravo, el cuarto excepcional, un castaño alombardado con mucho cuajo, que fue el que sacó clase, mucha fijeza, nobleza, recorrido y son, mucho son, que superó una lidia dura desde el exceso de castigo en varas, — vaya primer puyazo —, manteniendo bravura desde que salió hasta que dobló siendo fuertemente ovacionado en el arrastre… De los restantes sólo el que cerró plaza, otro castaño, entusiasmó con una lidia que fue a más y con el que no pudo su matador, resultando los demás acusando descastamiento, desarrollando genio, ásperos y midiendo mucho a los toreros.

El momento por el que pasa José Pedro Prados “El Fundi” es en el que la veteranía de todo un profesional que domina el oficio acostumbrado a corridas duras y desarrollando una técnica que le da poder, le permite resolver la papeleta airosamente exhibiendo sus extraordinarias condiciones de consumado estoqueador que realiza la suerte suprema con pureza, exposición y gallardía.

Con el primero pechó con uno que se le fue quedando corto escuchando un aviso luego de cobrar entera en todo lo alto saliendo a saludar.

Con el cuarto bravo de verdad, brillando en lances a la verónica cargando la suerte y bajando las manos con cadencia para rematar con torerísima media del más puro corte belmontino, las manos atrás de la cadera y llevarse la ovación.  Tres soberbios cuarteos meritorios, clavando por los dos lados, lo que tiene su valor, encontrando toro en cualquier parte del ruedo, templando mucho en el viaje llegando a la reunión cuadrando en la cara misma e igualando los rehiletes para dejar los seis quedando el bravo espléndidamente adornado.  Con la muleta realizó una labor larga descubriendo el sitio en donde molestara menos el viento, cuajando una faena por los dos lados y con ambas manos entre ilusión y desencanto por la clase de ejemplar que tenía. Certero de nuevo con la espada, cobró entera en sitio que bastó escuchando de nuevo un aviso y saliendo también a saludar.

Siempre se espera voluntad, empeño y tesón de Domingo López Chávez y debo decir que no fue la excepción al pechar con el peor lote enfrentándose a uno de Ibán y a dos más, uno de Valleolivas y a otro de Navalrosal substituto del anterior devuelto, teniendo el diestro disposición y entrega aguantando y consintiendo pero sin posibilidades de lucir, terminando con su primero de pinchazo, media desviada saliéndose mucho del embroque, — de ahí lo defectuoso de la colocación —, y descabello al primer golpe con la corta.  Y al quinto de media estocada desprendida y entera tendidilla suficiente.  Mejor suerte valiente…

He reconocido, desde su tiempo novilleril, a César Jiménez como un torero de grandes condiciones viéndole triunfar en varias plazas, — tarde cumbre en la mexicana de Guadalajara en la que lo bordó —, y desafortunadamente ahora le veo con deseos sí, pero dubitativo y limitado en su exposición.  Y no lo digo por el tercero con el que todo y lo empeñoso que anduvo despenando de dos viajes y estocada tres cuartos desprendida escuchó silencio.  Lo digo, sí por su actuación con el sexto, un castaño poco agradable por lo muy ofensivo de cara, que si bien salió echando las manos por delante y atacando al penco con mucho ruido de estribos, en el último tercio fue cambiando de lidia a mejor, requiriendo de una muleta con determinación y poderío como avío de un ánimo bien templado para imponerse, pero que César, entre dudas y pausas no supo definir en vanos intentos de toreo por abajo tanto con la diestra como con la zurda. Menos mal que breve estuvo con el acero cuando las lumbreras brillaban intensas en la plena noche fría que más que a tendido antojaba a buen y caliente resguardo.

Y para hoy, toros de Peñajara para Manolo Sánchez, Eugenio de Mora y Antonio Barrera.  Que la suerte acompañe que se verá y se dirá….

EL INFORMADOR/ Redacción/ EMD       09/ 05/ 08

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