Estamos unidos: Leandro

CIUDAD DE MÉXICO.- El rostro de palo distingue al moderno Pinocho futbolero. Inexpresivo, tono pausado, Leandro Augusto parece sujeto a un discurso cuando habla de “alegría, responsabilidad y compañerismo”, frente a la grabadora que registra su testimonio.

“Existe unión y eso es muy importante”, asevera el futbolista naturalizado, con relación a la Selección Nacional.

“Siempre voy a buscar hacer mi trabajo, que cada día aporte algo importante dentro del equipo. Si me toca jugar o hacer algo positivo, adelante, porque al final estamos con la responsabilidad de lograr la calificación al Mundial”, añade Leandro, quien percibe una pronta comunión con la afición, que ya lo identifica como lo que es, un mexicano más.

Lo anima la unión que día a día encuentran los tricolores en el campo. “El equipo ya pudo desarrollar un buen futbol, se le vio alegre, generó muchas oportunidades de gol y eso ayuda a cambiar el ánimo”, explica.

Difícilmente se le ve sonreír. Y cuando lo intenta, su pequeña boca dibuja una mueca singular.

Una cinta negra, sin marcas, se anexa a las líneas de la frente. El cabello es largo, lacio, peinado con una división que reparte la caída de la rubia melena hacia las orejas.

“Trabajamos para estar concentrados previo a Costa Rica y Honduras, en busca de sumar de a tres”, acepta el mediocampista de Pumas, decidido a escuchar, con humildad, críticas buenas y malas en torno de sus convocatorias a la Selección Nacional.

Sin reproches, anhela brindar emociones a la afición mexicana y aportar su granito de arena en pro del boleto a la Copa Mundial de Sudáfrica 2010.

“Trato de disfrutar, vivir con alegría cada momento que estoy ahí. Espero hacer bien mi trabajo y que a México le salgan las cosas para que califique al Mundial”, aboga, aún sin delatar una emoción que estremezca a este muñeco de madera, quien como si llevara cuerdas en manos y pies, distribuye balones útiles en la media cancha.

Sin perder la seriedad, Leandro sabe que el duelo ante Costa Rica representa muchas cosas para el futuro del Tri. “Todos los partidos de eliminatoria son especiales”, aclara, aunque quizá éste lo es más, “ya sea por jugar en casa o con el apoyo de la gente y por buscar el primer triunfo en esta fase”.

En síntesis, los ticos reúnen las condiciones de un adversario importante, que ya sabe lo que es ganar en el Estadio Azteca.

“Tienen una buena selección — acepta —, pero debemos preocuparnos por hacer bien las cosas”.

Las declaraciones que promueven otro “aztecazo”, así como la aclaración de que “nosotros no somos Bolivia” no rompe con la tranquilidad de Leandro, quien prefiere reservarse las palabras y trasladar esa rivalidad en el campo.

“Podemos jugar 10 veces contra el rival que sea y los 10 juegos van a ser distintos. México va a preocuparse por hacer bien las cosas, trabajar la semana previa a este partido y no estar pensando en las declaraciones”, ataja.

La conexión con sus compañeros, que parecía extraviada, ya la ha recuperado. Eso le ilusiona. “En el partido previo tuvimos posesión de balón y varias llegadas que nos hicieron recobrar la confianza”.

La contundencia devuelve ánimo entre los seleccionados y sólo es cuestión de confirmar la experiencia contra los ticos, aún sin varios titulares.

“La pérdida de jugadores es importante, sobre todo por el poco tiempo de trabajo que se tiene”, admite al fin este hombre de palo.