Dos mares unidos por el futbol

RÍO DE JANEIRO, BRASIL (05/JUL/2014).- La playa de Copacabana en Río de Janeiro fue el escenario que unió a dos mares, el mar de agua salada y el mar de gente que acudió a este lugar en cifra aproximada superior a las 200 mil personas con motivo de la celebración del juego entre las selecciones de Brasil y Colombia en la etapa de Cuartos de Final de la Copa del Mundo brasileña.

El Fan Fest ubicado sobre la arena en la playa de Copacabana fue insuficiente para albergar a los torcedores brasileños que disfrutaron el triunfo carioca y el pase a semifinales.

La Avenida Atlántica del ancho de cuatro carriles de circulación por cada sentido, más un amplio camellón en medio, banquetas anchas y 100 metros de playa entre el mar y la avenida, también resultaron insuficientes en torno al Fan Fest para dar cabida a la pasión que el futbol provoca en los brasileños.

Miles de ciudadanos de Río de Janeiro tomaron ya por costumbre arremolinarse en el Fan Fest de Copacabana y en las afueras de este recinto sobre la Avenida Atlántica cerrada a la circulación de vehículos, además de los bares o restaurantes del lugar, durante los partidos del Mundial, pero sobre todo, en los juegos donde participa la Selección Verdeamarela, sin embargo, la asistencia de brasileños ayer en Copacabana superó la registrada en juegos anteriores de este Mundial.

Los atuendos de los aficionados brasileños en Copacabana con los colores de su Selección son una obligación asumida, no impuesta, como también lo es la indumentaria de las garotas con lucidores “shorts” cual si fuera el boleto de entrada a la zona de Copacabana.

La fiesta no empezó en Río de Janeiro con el silbatazo inicial del juego entre brasileños y colombianos, sino que dio comienzo desde las primeras horas del día y así continuó después de la contienda por la celebración del pase a semifinales.

Para beneplácito del pueblo brasileño su Selección sigue viva en el Mundial, pues de otra forma no se concebiría una Copa del Mundo celebrada en Brasil sin la presencia del anfitrión.

El sueño verdeamarelo es llegar a la final del Mundial, pero el escollo será grande el próximo martes ocho de julio, cuando se vuelva a vivir la fiesta de la Copa del Mundo en Copacabana, con motivo de la semifinal entre Brasil y Alemania, juego que tendrá como escenario el Estadio Mineirao, de Belo Horizonte.

Ernesto López Mota/Enviado