Los parciales quedaron 4-6, 7-6 y 7-6, en dos horas y media de partido, el cual acaparó los reflectores del certamen y terminó aproximadamente a las dos de la mañana y con tres cuartos de estadio de asistencia. Un partido emocionante, único. Era considerado una final adelantada, que con un rompimiento se llevó Murray en el primer episodio; sin embargo, para el segundo set todo cambió. La balanza estaba inclinada hacia el lado búlgaro, quien tuvo sangre fría y para emparejar los cartones. En tie break, se llevó el segundo episodio. Murray no renunció al partido. No era el momento anímico del escocés, pero logró recuperarse de un 5-3 adverso para empatar y colocarse al filo del partido final. No le alcanzó, se llegó al tie break, que Dimitrov afianzó. Al final, el búlgaro salió entre hombros del estadio del MexTenis, y no precisamente por la victoria, sino por el esfuerzo que realizó ante Murray. Ofrecería rueda de prensa que, al final se canceló, porque tuvo que recibir asistencia médíca. Su rival en la final será el sudafricano Kevin Anderson, quien dejó fuera en semifinales al ucraniano Alexandr Dolgopolov. El récord entre ambos es favorece 3-1 a Dimitrov en duelos directos. EL INFORMADOR / ROBERTO ALARCÓN
